29 de abril de 2024 - 09:16 Desde el ataque sufrido el 7 de octubre, Israel planeó derrotar al grupo terrorista Hamás, para dar seguridad definitiva a su población y poder en algún momento arribar a un acuerdo de paz con los palestinos, claro está sin la presencia de Hamás, cuyo objetivo es destruir al estado hebreo.
Hamás no es otra cosa que el acrónimo de Harakat al-Muqáwama al-Islamiya, en árabe: , Movimiento de Resistencia Islámica, es una organización política y paramilitar palestina sunita que se declara yihadista, nacionalista e islamista y su objetivo original, definido en su carta fundacional, fue el establecimiento de un Estado islámico en la región histórica de Palestina, que comprendería los actuales Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en Jerusalém. Usurpó el poder político en la Franja de Gaza, mediante la modalidad de un golpe de estado, en junio de 2007, Hamas y Fatah, la facción del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazem, se enfrentaron en cruentos combates en Gaza que terminarían con Hamas a cargo de la Franja y su rival político gobernando desde Cisjordania, con lo cual es el responsable político y militar de lo que sucede en Gaza desde hace casi 20 años.
El sangriento ataque perpetrado el 7 de octubre, que incluyó asesinatos, violaciones, mutilaciones, torturas y el secuestro de más de 200 personas, de las cuales más de 100 se supone siguen cautivos en Gaza y han sido hasta ahora la única moneda de cambio utilizada por el Hamás en diversos acuerdos por ceses de fuego temporarios. El grupo terrorista busca ahora un cese de fuego total, pero no da garantías de la devolución de la totalidad de los secuestrados, es por esa razón que Israel a pesar de las presiones internacionales prepara desde hace semanas una incursión terrestre a Rafah, donde se supone que se encuentra el ultimo bastión de poder de Hamas.
Las presiones que retrasan el ataque
No obstante, la operación y el posible desenlace del conflicto en Gaza está sometido a diversas presiones, lo que ha hecho hasta ahora retrasar la misma. Por un lado, la postura de EEUU de que consiga una tregua antes de que Israel entre en esta parte del sur de la Franja de Gaza, debido a que gran parte de los desplazados de la parte norte de la franja se encuentran allí. A esto se suma una ola de protestas con ocupaciones de campus universitarios en EEUU, protesta que queda sin embargo manchada por las actitudes agresivas hacia estudiantes y docentes de origen judío, lo que transforma la misma en una manifestación antisemita disfrazada de antisionista, sobre todo si se tiene en cuenta que desde el 26 de mayo de 2016, los 31 miembros de la IHRA (Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto por sus siglas en inglés) adoptaron una definición práctica, jurídicamente no vinculante, de antisemitismo, la IHRA reúne a gobiernos y expertos a fin de reforzar, impulsar y promover la educación, la memoria y la investigación en todo el mundo sobre el Holocausto, la misma define al antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y sus lugares de culto. Los manifestantes pueden incluir ataques contra el Estado de Israel, concebido como una colectividad.
Por otra parte, existe una presión extra que tiene que ver con una posible orden de la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, de detención del primer ministro de Israel, Benjamín Netaniahu. Según trascendidos, tanto el Ministerio de Justicia, como los abogados del Ejército están tratando de evitar que se llegue a ese punto, y aliados de Israel como Estados Unidos estarían mediando con el fiscal general de la CPI, Karim Khan, de que retrase o incluso impida la emisión de las órdenes judiciales. Si bien Israel, al igual que otros países como Estados Unidos, Rusia o Irán no reconocen la autoridad de la CPI, pero los 123 países que sí lo reconocen, estarían obligados a detener a estas personalidades y entregarlas al tribunal de la Haya en caso de que se emita una orden de arresto contra ellas y entren en sus territorios. Lo increíble de esta situación tiene que ver con que las acciones de Israel en estos más de 200 días de guerra han tenido que ver con derrotar a un grupo como Hamás que se ampara en el terrorismo para conseguir objetivos políticos. El objetivo de la Corte Penal Internacional es juzgar a las personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, guerra, agresión y lesa humanidad, pero no ha habido mención alguna o de intención de ordenar la detención de algún líder de Hamás, responsables de la peor masacre sufrida por el pueblo judío desde el holocausto en la II guerra mundial. Es justo indicar que el ataque del 7 de octubre debería ser considerado como delito de lesa humanidad, en lugar de eso, la búsqueda de dar seguridad a una población amenazada por un grupo terrorista parece ser susceptible de una condena.
La postura de Israel
En un discurso televisado, el primer ministro de Israel Benjamín Netaniahu no solo refutó estas acusaciones sino que además insistió con el objetivo de desterrar la amenaza de Hamás al afirmar que:
" La guerra en Gaza sigue. Se paga un precio alto por batallar con el terror. Hoy me encontre con las familias de los secuestrados y con las familias de los caídos y les dije que van a terminar con lo que empezaron. Vamos a tomar todas las medidas necesarias para evacuar a la población civil para entrar a Rafah, porque no tenemos otra opción para derrotar y desarmar a Hamas. Sin embargo Hay gente que quiere evitar que eso pase y ahora se sumó el juzgado internacional que no tiene ningún fuerza sobre Israel. Que dicho tribunal emita una sentencia sobre esta guerra es es una locura historica. Ochenta años después del Holocausto, los organismos internacionales que surgieron para evitar otro Holocausto están considerando negar al Estado judío su derecho a defenderse. ¿Contra quién? Contra aquellos que irrumpieron y siguen trabajando abiertamente para cometer otro genocidio. Qué absurdo, qué distorsión de la justicia y de la historia. Esta será la primera vez que un país democrático, que lucha por su vida, según todas las normas del derecho internacional, sea acusado de crímenes de guerra”, afirmó el primer ministro, y dijo que, si eso sucede, será una mancha indeleble para toda la humanidad” y “un crimen de odio antisemita sin precedentes. El gobierno de Israel y sus habitantes rechazan esto rotundamente. Nada de esto va a evitar que logremos los objetivos de la guerra." " La guerra en Gaza sigue. Se paga un precio alto por batallar con el terror. Hoy me encontre con las familias de los secuestrados y con las familias de los caídos y les dije que van a terminar con lo que empezaron. Vamos a tomar todas las medidas necesarias para evacuar a la población civil para entrar a Rafah, porque no tenemos otra opción para derrotar y desarmar a Hamas. Sin embargo Hay gente que quiere evitar que eso pase y ahora se sumó el juzgado internacional que no tiene ningún fuerza sobre Israel. Que dicho tribunal emita una sentencia sobre esta guerra es es una locura historica. Ochenta años después del Holocausto, los organismos internacionales que surgieron para evitar otro Holocausto están considerando negar al Estado judío su derecho a defenderse. ¿Contra quién? Contra aquellos que irrumpieron y siguen trabajando abiertamente para cometer otro genocidio. Qué absurdo, qué distorsión de la justicia y de la historia. Esta será la primera vez que un país democrático, que lucha por su vida, según todas las normas del derecho internacional, sea acusado de crímenes de guerra”, afirmó el primer ministro, y dijo que, si eso sucede, será una mancha indeleble para toda la humanidad” y “un crimen de odio antisemita sin precedentes. El gobierno de Israel y sus habitantes rechazan esto rotundamente. Nada de esto va a evitar que logremos los objetivos de la guerra."
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Benjamín Netaniahu, primer ministro de Israel, dando su discurso por TV
Rafah: La clave para terminar la guerra
La ciudad de Rafah, está ubicada al sur de la Franja de Gaza y hoy concentra, además de la población propia, la mayoría de los desplazados por la guerra. Por otro lado es el lugar donde se concentran los últimos batallones de Hamás y se cree que los comandantes de Hamás, entre ellos, el responsable de la masacre del 7 de octubre, Yahya Sinwar se esconden allí . Desde que desmanteló el control operativo del grupo sobre el norte y el centro de Gaza, Israel ahora está luchando para destruir la infraestructura de Hamás en la ciudad sureña de Khan Younis. Con los presuntos túneles de contrabando de armas de Rafah que llegan al Sinaí, cuatro batallones de Hamás y una red de túneles subterráneos a los que pueden recurrir los dirigentes del grupo, existe el factor decisivo para determinar si el representante terrorista de Irán sobrevive a la guerra. De los 24 batallones de Hamás, se cree que más de 18 han sido derrotados o destruidos. Sin embargo, Hamás continúa gobernando en Rafah, una área clave en la frontera con Egipto donde controla la ayuda humanitaria que entra en Gaza. Para Hamás, el control de Rafah siempre ha sido importante. Quiere tener un control absoluto sobre la ayuda y también sobre otros tipos de bienes, como mercancías de contrabando o depósitos de armas. A lo largo de los años, Egipto ha intentado detener el contrabando de armas hacia Hamás a lo largo de la frontera. Sin embargo, para Hamás, la zona es de suma importancia.
El plan de Israel
El ejército israelí, se han estado preparando durante meses para entrar en Rafah, y el Jefe del Estado Mayor , Herzi Halevy, aprobó todos los planes de acción en la ciudad y en las ciudades centrales. En la última semana se completaron los grupos de mando en los niveles tácticos del Comando Sur, hasta los niveles de brigada y batallón, principalmente los regulares, que se supone que deben ingresar (las Brigadas 162 y 98).Algunos de los tanques para el movimiento ya han sido desplegados en la zona fronteriza sur. En todo caso, el operativo será gradual en función de las etapas de salida de la población, y avanzará hacia los barrios evacuados. Esto dejará una opción de detenerse en favor de negociaciones o un acuerdo futuro.
Si bien, en las últimas semanas la presión internacional para evitar el ingreso israelí a Rafah se ha incrementado, las negociaciones con Hamas se extendieron, sin llegar a ningún acuerdo, por las exigencias del grupo terrorista y porque ni aún así han aceptado algún tipo de acercamiento, las señales clave que de algo ocurrirá en lo cercano tiene que ver con la información de un plan de evacuación de civiles difundido por el ejercito israelí y por la decisión de Egipto de elevar su nivel de alerta en la frontera entre la franja de Gaza y el Sinaí egipcio, temerosos de una posible fuerte oleada de refugiados palestinos hacia sus fronteras.