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SUSCRIBITETres argentinos que se alistaron a Ucrania hace 2 meses murieron en su primera misión. Detrás de la fatalidad, el trasfondo de los llamados mercenarios.
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SUSCRIBITELa reciente noticia que da cuenta de 3 argentinos fallecidos en el frente de batalla en Ucrania, da cuenta de la cantidad de soldados de numerosas nacionalidades que han tomado parte del conflicto en carácter de soldados "profesionales" o comúnmente llamados mercenarios. No obstante, detrás de este complejo empleo, hay historias personales.
Si bien, en los casi 4 años que lleva el conflicto, el término mercenario se utilizó más para referirse el temible grupo Wagner, que peleó al servicio de Putin, lo cierto es que del lado de Ucrania, quizás por necesidad de incorporar nuevos efectivos armados o por la dinámica misma del conflicto, miles de hombres de diversas nacionalidades se enrolaron para el bando de Zelensky, a pelear una guerra, como modo de vida y empleo lucrativo. Según diversas fuentes periodísticas, desde el inicio del conflicto, más de 13.000 mercenarios extranjeros se han enrrolado en Ucrania. Las Fueras Armadas Ucranianas (FAU) los atraen con contratos lucrativos que podrían ronda los 4.000 euros al mes a cada combatiente; en caso de resultar herido pueden recibir hasta 26.000 euros y si muere sus familiares recibirían 37.000 euros, aunque ha habido denuncias de algunos que han desertado, diciendo que ello no es tan así. Según la inteligencia rusa la mayoría son polacos, estadounidenses, británicos, canadienses, georgianos, latinoamericanos (mayormente colombianos) y del Medio Oriente.
Detrás de una muerte sórdida y lejos de sus hogares, se esconden tres historias personales diversas cuyos caminos se unieron hasta el final de sus vidas cuando decidieron emplearse como soldados en Ucrania.
Mariano Alberto Franco es oriundo era Mariano Acosta, en el partido de Merlo, y era padre de dos hijos: una joven de 20 años y un joven de 23. Con pasado reciente como empleado ferroviario, se mostró activo en redes sociales durante su instrucción como soldado Incluso, en una de las publicaciones que compartió, se lo puede ver a Franco con la vestimenta que tiene una bandera argentina en el pecho, portando un fusil y con la leyenda "Viva la libertad carajo", la frase de cabecera que utiliza el presidente Javier Milei. Por su parte, Ariel Hernán Achor, era de Merlo y, justamente, decidió tomar ese nombre como alias en las fuerzas ucranianas. Su historial muestra un único empleo formal como operario en una fábrica de muebles. El tercero, José Adrián Gallardo, vivía en Villa María, en la provincia de Córdoba, y era padre de una hija de 26 años. En los registros laborales, aparece vinculado al rubro de mensajería en una cooperativa local y se desempeñó a lo largo de su vida en empresas agropecuarias, una fábrica metalúrgica y en el comercio minorista, también se mostró muy activo en sus redes sociales y compartió varias imágenes de cómo era el día a día. En una de las publicaciones que compartió a través de Threds, se puede observar cómo era el lugar donde dormían y que compartían con otros soldados.
Las muertes de Gallardo, Franco y Achor se suman al fallecimiento de Emmanuel Vilte, otro ciudadano argentino que se incorporó al ejército ucraniano desde 2022. Vilte, de 39 años, perdió la vida en julio en la ciudad de Pokrovsk luego de ser blanco de un dron Shahed, de origen iraní adaptado para usos militares por las fuerzas rusas. Su caso se conoció entre los voluntarios extranjeros como el primero en involucrar a un latinoamericano caído en el frente de batalla en Ucrania.
Los 3 argentinos caídos en combate en Ucrania