4 de diciembre de 2024 - 12:41 La censura y la manipulación de la información por parte del Kremlin no solo oscurecen la realidad en Rusia, sino que también justifican una guerra no provocada contra Ucrania. Desde la anexión de Crimea hasta la invasión de 2022, el control sobre la información ha sido una herramienta clave de dominio ruso. Este artículo desentraña la maquinaria de la desinformación rusa, revelando cómo se han silenciado voces críticas y cómo se ha distorsionado la historia para justificar la agresión militar.
CÓMO RUSIA TRANSFORMA LA VERDAD EN PROPAGANDA PARA JUSTIFICAR LA GUERRA EN UCRANIA
La censura es una forma insidiosa de manipulación de la información y Rusia ha desarrollado una maestría sin precedentes en su aplicación durante el conflicto con Ucrania. Desde el inicio de la guerra en 2014, cuando fuerzas rusas se apoderaron ilegalmente de Crimea, la maquinaria de censura de Moscú comenzó a operar a pleno rendimiento. Los periodistas independientes se convirtieron en blancos, enfrentando arrestos y juicios que buscaban silenciar cualquier verdad que desafiara la narrativa oficial.
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En la guerra contra Ucrania, Rusia y Vladimir Putin ha manipulado como nunca antes la información
A mediados de 2014, con el estallido de hostilidades en Donbás, la censura se intensificó. Las nuevas autoridades en áreas ocupadas por Rusia cortaron rápidamente el acceso a los medios ucranianos, reemplazándolos con medios controlados por el Kremlin. Esta estrategia no solo incluía la eliminación de la infraestructura de transmisión, sino también la interferencia con señales de televisión y radio ucranianas, reemplazándolas con propaganda rusa.
El Papel de las Leyes Represivas en Rusia
Desde el regreso de Putin a la presidencia en 2012, Rusia ha utilizado leyes como la de "agentes extranjeros" para etiquetar a medios de comunicación, organizaciones y hasta individuos críticos con el gobierno, imponiendo estigmas y restricciones financieras. Esta etiqueta ha sido aplicada a más de 300 entidades mediáticas, intentando así silenciar voces disidentes. Además, la designación de "organizaciones indeseables" se ha utilizado para criminalizar cualquier asociación con entidades que el Kremlin considera amenazantes.
-La Ley de 2022: Un Nuevo Nivel de Represión
La invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022 vino acompañada de nuevas leyes de censura. Apenas días después, el parlamento ruso aprobó una ley que penaliza severamente la diseminación de lo que las autoridades consideran "falsedades" sobre las fuerzas rusas. Con multas que pueden alcanzar hasta 1.5 millones de rublos y penas de hasta 15 años de prisión, esta ley ha creado un ambiente de terror donde incluso la crítica más leve a la guerra es peligrosa.
-Controlando el Ciberespacio
-Roskomnadzor, el regulador ruso de medios, ha jugado un papel crucial en la manipulación del acceso a la información. No solo han bloqueado VPNs para limitar el acceso a información externa, sino que también han manipulado motores de búsqueda para priorizar contenido favorable al régimen. Las técnicas incluyen el ralentizamiento deliberado de servicios de redes sociales críticos y la inundación de la red con propaganda para distorsionar la percepción de la realidad.
-Desinformación y Propaganda: Una Herramienta de Conquista
El Kremlin ha utilizado la desinformación como una extensión de su poder militar, negando la soberanía y la identidad cultural de Ucrania. La narrativa de que Ucrania no es una verdadera nación ha sido utilizada para justificar la invasión, distorsionando la historia y negando siglos de estado e identidad ucranianos. Esta campaña de desinformación no solo afecta a Ucrania, sino que es parte de una estrategia más amplia para desestabilizar y dominar a países vecinos.
El Legado de la Manipulación
La resiliencia de Ucrania y su lucha por la verdad frente a esta manipulación informativa son un testamento del poder de la soberanía nacional y el derecho a la autodeterminación. Sin embargo, la comunidad internacional debe estar vigilante y actuar para contrarrestar esta narrativa de odio y agresión, defendiendo no solo a Ucrania sino también los principios del derecho internacional que protegen a todas las naciones del imperialismo y la manipulación informativa.
Este es un recordatorio de que en la era de la información, la verdad es tanto una víctima como un campo de batalla en la guerra de Rusia contra Ucrania.