5 de abril de 2024 - 21:17 La relación entre Argentina y China desde que asumió la presidencia de la Nación Javier Milei no para de tener desencuentros. El alineamiento del presidente con Estados Unidos e Israel, manifestado de manera explícita cada vez que puede, deja en claro que hay un cambio de época en Argentina. El país volvió a virar a Occidente.
Los desencuentros con China
El altercado inicial, puede decirse, fue previo al 10 de diciembre: ya en campaña Javier Milei fue muy crítico de China, país al que señaló como los líderes de la ola comunista en el mundo. Ya en funciones, el primer contratiempo no se hizo esperar. La recepción por parte de la canciller Diana Mondino de la delegación de Taiwán hizo que China hiciera saber que consideraba “un grave error” aquel movimiento. Luego, rápidamente Argentina confirmó lo que era un secreto a voces: rechazaba la invitación a formar parte de los BRICS, el bloque económico liderado por Rusia, Brasil y China.
En los últimos días, se sumaron dos nuevos episodios. El principal, se reavivó la cuestión vinculada a la base que China montó en cercanías de la localidad de Las Lajas, en la provincia de Neuquén, con supuestos fines científicos. El gobierno de Estados Unidos, a través del embajador Marc Stanley, blanqueó una inquietud que evidentemente traía desde hace tiempo: su país sospecha que China utiliza esa base con fines militares. A partir de allí, está presionando al gobierno argentino para hacer una inspección de las instalaciones de la base.
El error de Petri
El último episodio desafortunado entre Argentina y China lo protagonizaron el ministro de Defensa, Luis Petri, y la embajada de China en Argentina. Días atrás, Petri visibilizó una cuestión reiterada en el mar argentino: la pesca ilegal, de la que siempre se acusa a China, pero que no es exclusiva del gigante asiático. El ministro Petri fue parte de un operativo en el que se persiguió a un barco que supuestamente estaba pescando de manera ilegal. “Patrullando el Mar Argentino desde el Hércules. La Armada lidera los operativos de comando y control en la milla 200 para proteger nuestros intereses nacionales en el mar”, tuiteó Petri.
"La corbeta ARA Espora se suma al patrullero oceánico ARA Contraalmirante Cordero, reforzando nuestra seguridad marítima. ¡Ningún buque extranjero operará ilegalmente en nuestra Zona Económica Exclusiva! En Argentina, desde el 10 de diciembre, con el Presidente, Milei, el que las hace, las paga", escribió con entusiasmo el ex candidato vicepresidente.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://twitter.com/luispetri/status/1773117643496493203&partner=&hide_thread=false
Sin embargo, fuentes especializadas no tardaron en confirmar que se trataba de un error. El barco al que se perseguía en el operativo protagonizado por Petri estaba navegando de acuerdo a la ley vigente, es una situación de legalidad. Así lo confirmó la Revista Puerto: “El barco chino que persiguieron, interceptaron y realizaron inspección ocular sin hallar indicios de pesca, SIEMPRE NAVEGÓ ENTRE 7 Y 10 NUDOS Y TUVO EL AIS ENCENDIDO. Todo parece indicar que se trató de un operativo para la prensa”, afirmaron.
image.png
China y otros países pescan de manera ilegal en aguas argentinas.
La respuesta burlona de China
Desde la embajada de China en Argentina tomaron conocimiento de la situación y rápidamente salieron al cruce del ministro. "De acuerdo con la información fehaciente que la embajada China maneja, el buque pesquero de nacionalidad china no da indicios de pesca ilegal, y ahora se encuentra en aguas internacionales realizando actividades normales". Hasta ahí, una comunicación formal, que desligaba a China de cualquier ilegalidad en la operación del barco perseguido, en línea con lo afirmado por los medios especializados.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://twitter.com/ChinaEmbArg/status/1773126136869921042&partner=&hide_thread=false
Sin embargo, una segunda parte de la comunicación dejó evidenciada cierta sorna por parte de los representantes del gobierno chino en nuestro país. “El Gobierno chino va a seguir trabajando como siempre con la comunidad internacional, con Argentina incluida, para luchar contra pesca ilegal, en fomento de la conservación científica y el uso sostenible de recursos pesqueros”, afirmaron.
Es de público conocimiento que China pesca de manera ilegal en el mar Argentino. Traspasa la línea divisoria entre la Zona Económica Exclusiva y las aguas internacionales y pesca en aguas exclusivas de Argentina. Por lo que el operativo del ministro Petri, error al margen, evidenció una situación que real, que sucede en nuestro mar desde hace mucho tiempo.
En este sentido, afirmar que China va a seguir trabajando “como siempre” con la comunidad internacional “para luchar contra la pesca ilegal” luce más como una ironía que como una afirmación sincera. El gobierno argentino dejó pasar el incidente, que sin dudas sumó otro ladrillo más en el muro que lentamente comienza a dividir a China de Argentina.
Condenados al vínculo
Sin embargo, Argentina está condenado, al menos por ahora, a vincularse con China. Eso no quiere decir que el vínculo sea óptimo, como en gobiernos anteriores, pero sí que debe existir. China es el segundo socio comercial de Argentina, luego de Brasil. Por este motivo, Argentina necesita fuertemente de la compra de materias primas por parte de China para mantener elevados niveles de exportaciones. Por otra parte, muchas de las obras de infraestructura realizadas en los últimos años en el país, o en actual desarrollo, tienen financiamiento chino, que en muchos casos hay que devolver. Asimismo, no debemos olvidar que el Banco Central dispone del swap de yuanes chinos que permitió al gobierno anterior fortalecer las reservas en moneda extranjera.
Habrá que seguir muy de cerca el accionar chino respecto de nuestro país. La explícita asociación de Argentina con Estados Unidos, el rival de China en la disputa por la hegemonía mundial, es seguida de cerca por Pekin, que toma pocas acciones visibles, pero que sabe que tiene varios ases bajo la manga para marcar territorio.
Asimismo, esta situación plantea un gran desafío a la política exterior del presidente Milei, quien deberá ser inteligente para manejarse con el gigante asiático sin afectar la economía del país. Sobre todo, considerando que ni siquiera su socio principal, Estados Unidos, en la práctica, se rehúsa a vincularse comercialmente con China, que es su principal socio comercial.
Este incidente con China marca marca a las claras lo complejo que es vincularse de manera tan explícita con un país que se maneja de esa manera. La enorme dependencia del gigante asiático impulsada en los últimos años hace que Argentina se encuentre a merced de una potencia que aprovechó las necesidades de nuestro país para posicionarse en una región clave en la geopolítica. Pero las estrategias para lograrlo dejan mucho que desear: dinero y obras a cambio de cesión de soberanía. Todo, en un marco implícito de extorsión, en el que el más débil poco puede disponer. Si a esto le sumamos que roban en nuestra propia casa y se burlan de que reaccionemos, la situación es aún más compleja.