24 de octubre de 2023 - 21:40 Por Uriel Salamon La instalación de la estación de observación del espacio profundo en la provincia argentina de Neuquén, tema que hemos desarrollado ampliamente en EL ARCHIVO, es la muestra más clara del interés de China en el desarrollo de estrategias tendientes a camuflar detrás de la investigación científica la posibilidad de "monitorear" el flujo de comunicaciones en un sector tan estratégico como el Atlántico Sur. La tan mentada tecnología dual, que permite que una herramienta pensada para un uso pueda ser utilizada con otros fines, aunque estos no sean del todo claros ni legales.
Expertos en seguridad de los EEUU, país que ha mostrado honda preocupación por la presencia china en el cono sur, han explicado que que las antenas y otros equipos que se utilizan de respaldo en misiones espaciales, similares a las que tienen los chinos en la Patagonia, posiblemente aumenten la capacidad de China para recabar información. “Una antena gigante es como una enorme aspiradora, succiona señales, información, todo tipo de cosas”.
Si bien en una nota anterior hemos analizado este tema, el propósito de esta entrega, a modo de segunda parte, tiene que ver con la descripción de como la gigante antena ubicada en el sur argentino no fue seleccionada de forma aleatoria sino como parte de una estructura de antenas ubicadas en otras partes del mundo con el fin de lograr una más amplia cobertura de los fines que tengas los chinos.
En mayo de 2010, funcionarios de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de Argentina recibieron en Neuquén al CLTC, Agencia China de Lanzamiento y Control de Satélites, sobre el establecimiento de una Estación en la República Argentina en el sitio denominado CLTC-CONAE-NEUQUEN. Hasta ese momento era toda una cuestión vinculada al interés científico salvo por el hecho que dicha empresa está vinculada directamente al ejército de la República Popular China. O sea, que si bien se parte del supuesto que no se trata de una base con fines militares, hay bastante involucramiento de las fuerzas armadas de ese país.
La cuestión del uso de la tecnología dual queda expuesta cuando en el proyecto se fundamenta que con la tercera antena ubicada en el hemisferio sur, porque existen otras dos montadas en China, CLTC, de quien ya hemos mencionado es una empresa dependiente del ejército chino, proyectaba tener la cobertura y visibilidad completa de la tierra para las misiones espaciales, o sea, traduciendo, es totalmente factible que estas antenas que son utilizadas para analizar misiones espaciales, tienen acceso a otro tipo de observación, que pueden no necesariamente ser legales. De hecho, el convenio destaca en su articulo 1° que "las instalaciones serán construidas y operadas por China, con el fin de poder dar soporte terreno a las misiones de exploración del espacio lejano" y en su articulo 3° que "la Argentina no interrumpirá ni interferirá las actividades normales que se lleven acabo en virtud del presente acuerdo de cooperación", o sea nadie que no pertenezca a la empresa china puede ingresar al predio sin su autorización.
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La red de antenas de China