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Lo que dejó el G7 (segunda parte)

China y las armas nucleares: una amenaza global que preocupa

Xi Jinping nuevamente se encuentra en el centro de la escena: las inquietudes ante su influencia global colocaron a China en la agenda de los líderes.

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25 de mayo de 2023 - 13:15 Por Sarai Avila

Que el G7 se haya realizado en Hiroshima fue una estrategia de los líderes internacionales para demostrar los avances de sus relaciones diplomáticas: el 6 de agosto de 1945 Estados Unidos lanzó, por primera vez en la historia, la primera bomba atómica denominada Little Boy que arrasó con esa ciudad. Tres días más tarde se lanzó otra sobre la ciudad de Nagasaki. Eso provocó múltiples consecuencias sobre la sociedad: muertes y secuelas de radiación que siguen impactando en la comunidad. En el escenario actual, la guerra ruso-ucraniana, el gasto militar de China y su relación con Taiwán, fueron los ejes centrales de la reunión debido a la preocupación por el armamento nuclear.

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Entre Estados Unidos y Europa existen discrepancias acerca de como relacionarse con el Gigante Asiático. En el comunicado publicado el sábado 20 de mayo, los colegas de Xi Jiping establecieron una serie de medidas relacionadas con China e incluso concordaron en contrarrestar la “coerción económica” y proteger las tecnologías avanzadas que amenazan la seguridad nacional. Sin embargo, resaltaron la importancia de Beijing para cooperar, declarando que “una China en crecimiento que se rige por las reglas internacionales sería de interés mundial”, y solicitaron no afectar la “integración de nuestras instituciones democráticas y nuestra prosperidad económica”.

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También se remarcó la necesidad de “lograr paz y estabilidad” en la región del Mar Meridional, declarando que esto es clave para la seguridad mundial. Comunicaron que “no hay cambios en la posición de nuestros miembros con respecto a Taiwán, incluidas las políticas declaradas por China. Llamamos a una resolución pacífica de los problemas en el estrecho”.

En contraposición, y con la rapidez que lo caracteriza cuando algo no le gusta, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino expresó: “Taiwán es el Taiwán de China. Resolver la cuestión de Taiwán es un asunto de los chinos, un asunto que debe ser resuelto por los chinos. El principio de una sola China es el ancla sólida para la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán. El G7 sigue enfatizando la paz a través del Estrecho y, sin embargo, no dice nada sobre la necesidad de oponerse a la “independencia de Taiwán”.

Los mandatarios del G7 afirmaron continuar colaborando y trabajando para responder a los problemas que se relacionan con China y Corea del Norte, especialmente aquellos relacionados con la situación nuclear. El Primer Ministro de Japon, Kishida hizo referencia al significado de discutir el desarme y la no proliferación de las armas nucleares. Declaró que “fortalecer el TNP (Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares) es el único camino realista hacia la realización de un mundo sin armas nucleares”.

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Mientras el Grupo de los Siete se reunía y llevaba a cabo reuniones decisivas, el Papa Francisco envió una carta al obispo de Hiroshima, Alexis-Mitsuru Shirahama, en la que afirmó que las “armas nucleares no son adecuadas para responder eficazmente a las grandes amenazas actuales a la paz y para garantizar la seguridad nacional e internacional” y expresó su preocupación por las consecuencias ambientales, humanitarias y económicas que el uso de este artesanal podría implicar. Su Santidad reafirmó la importancia de realizar la Cumbre en Hiroshima, como un recuerdo de “la continua amenaza del recurso a las armas nucleares”.

Otro sector que manifestó sus preocupaciones fueron ciudadanas, ciudadanos, sobrevivientes al bombardeo y activistas que en sus pancartas expresaban diferentes consignas como “abajo el G7", "no a la guerra", "no a la alianza militar entre Japón y Estados Unidos", entre otras. Los manifestantes cuestionan al primer ministro japonés, Fumio Kishida, por elegir a Hiroshima como sede de la reunión y llevar a los líderes al Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima para realizar un breve acto conmemorativo en donde los sobrevivientes no recibieron el reconocimiento que esperaban.

Los países del G7 (Japón, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) finalizaron el fin de semana, dejando en claro que "la acumulación acelerada de China de su arsenal nuclear sin transparencia ni diálogo significativo plantea una preocupación para la estabilidad mundial y regional". Aun así prometieron “construir relaciones constructivas y estableces con China”.

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