27 de octubre de 2025 - 16:01 Por Lucas Garcia Donald Trump volvió a felicitar a Javier Milei por el triunfo legislativo de La Libertad Avanza, calificando la victoria como “aplastante” y destacando que el argentino “no solo ganó, sino que ganó por mucho”. El mensaje, difundido mientras el mandatario estadounidense aterrizaba en Japón, fue interpretado como una señal clara del respaldo político de Washington a la administración libertaria y de una estrategia más activa hacia América del Sur.
Un vínculo que se consolida
El intercambio público entre ambos presidentes reafirma una alianza ideológica y diplomática que Trump viene cultivando desde el primer encuentro en la Casa Blanca. Milei agradeció el gesto y definió al republicano como “un gran amigo de la República Argentina”, resaltando la defensa común de los valores de la libertad y de la “civilización occidental”. Desde su entorno, atribuyen este acercamiento al nuevo enfoque de Washington bajo la influencia del senador Marco Rubio, que impulsa premiar a los aliados regionales frente a los regímenes de Cuba, Venezuela y China.
Estados Unidos cambia su estrategia en la región
La administración Trump busca reordenar su política exterior en América Latina, luego de años de desatención y avances de Pekín en el terreno comercial y tecnológico. Según analistas, el apoyo a Milei encaja en la visión de Washington de fortalecer un eje de gobiernos promercado y afines a Occidente. El propio Trump lo admitió: “Nos estamos enfocando mucho en Sudamérica”. La mención a figuras como Scott Bessent y Jamieson Greer, funcionarios clave en su equipo económico, revela que la estrategia va más allá del simbolismo.
Lula y Trump: un encuentro inesperado
En paralelo, Trump mantuvo un encuentro reservado con Luiz Inácio Lula da Silva durante la cumbre en Asia. Pese a sus diferencias ideológicas, ambos líderes coincidieron en la necesidad de “acuerdos muy buenos” y de una “relación muy buena” entre Estados Unidos y Brasil. El gesto sorprendió en Washington y Brasilia, ya que el republicano había sido un firme aliado de Jair Bolsonaro, hoy distanciado del gobierno de Lula. Las negociaciones estuvieron atravesadas por tensiones comerciales, luego de que Trump impusiera un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas.
El nuevo mapa del poder regional
El acercamiento simultáneo de Trump a Milei y Lula sugiere un replanteo pragmático de las alianzas hemisféricas. Mientras la Casa Blanca busca asegurar influencia económica frente a China, el respaldo político a Milei refuerza una narrativa liberal que contrasta con el progresismo latinoamericano. A la vez, el diálogo con Lula abre una ventana para reducir fricciones con la potencia industrial del Cono Sur.
Un escenario en transformación
El contexto global refuerza esta dinámica: la cumbre de la ASEAN y el inminente encuentro de Trump con Xi Jinping en Corea del Sur delinean un tablero donde América del Sur vuelve a ser parte del juego estratégico entre Estados Unidos y China. En ese marco, Argentina aparece como un socio preferente y Brasil como un interlocutor inevitable. El doble gesto de Trump —el saludo efusivo a Milei y la reunión cordial con Lula— marca el inicio de una nueva etapa de diplomacia selectiva, donde la región vuelve a estar en el radar de la Casa Blanca.