SUSCRIBITE por $49
martes 10 de diciembre de 2024

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a El Archivo. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE
La trampa al poder

Venezuela y Nicaragua: dos dictaduras fraudulentas

La elección presidencial de Venezuela y sus similitudes con la de 2021 en Nicaragua. Las coincidencias entre dos liderazgos autocráticos perpetuados con trampa.

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a El Archivo. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE
29 de julio de 2024 - 19:25 Por Uriel Salamon

Venezuela y Nicaragua son dos regímenes autocráticos que hace aproximadamente 20 años mantienen muchas similitudes. Con la elección presidencial de Nicolás Maduro han alcanzado una más: el fraude electoral para perpetuarse en el poder. Desarrollaremos entonces que une a estas dos dictaduras.

Un régimen autocrático y personalista

Calificar a Venezuela y Nicaragua de dictaduras es algo que termina siendo obvio en gobiernos que llevan años en el poder, sin las condiciones básicas de un normal desempeño del estado de derecho: Violaciones a los derechos humanos, persecución política, una oposición acallada y limitada y la utilización de todos los resortes del poder para garantizar triunfos electorales de dudosa legitimidad son algunas de las características en común que han llevado adelante los gobiernos de Hugo Chávez(1999-2013) y Nicolás Maduro desde 2013 en Venezuela con el gobierno que lleva adelante desde 2007 en Nicaragua Daniel Ortega.

Por otra parte, han desarrollado como característica común un importante desarrollo del culto personal hacia la figura presidencial, ni el caso de Chávez, hasta su muerte ni en los actuales de Maduro y Ortega ha existido la posibilidad de un recambio, sucesión o surgimiento de otros liderazgos, siendo ellos mismos sus propios reemplazos manipulando las constituciones a su antojo.

Un bloque ideológico común

Daniel Ortega, es un viejo aliado de lo que fue la URSS, durante su primer gobierno luego de la revolución sandinista de 1979, mandato que se extendió hasta 1990 y luego de su retorno al poder, se acerco nuevamente a Rusia, ya que con Putin en el poder con cuestiones vinculadas a la seguridad desde la presencia constante de militares de ese país en Nicaragua, como la utilización de armamento ruso por parte de los fuerzas armadas. Mantiene con Venezuela un vínculo tripartito, especialmente con la Cuba que fue de los Castro, pero que hoy, bajo Miguel Diaz Canel, intenta mostrarse como un régimen socialista, el mismo que impera en Venezuela desde que Chávez impulsó esa línea política bajo el Partido Socialista Unido de Venezuela, que gobierna el país desde 1999.

Por otra parte, la alineaciones geopolíticas se han mostrado en el mismo sentido, estableciendo un creciente enfrentamiento con EEUU y vínculos fuertes con Irán, Rusia y China. Pactos que van desde lo político-económico hasta cuestiones sensibles como la seguridad, siendo estos países proveedores de armas y servicios de energía y comunicaciones. Por supuesto que las relaciones de Nicaragua con el régimen Taliban, único país en reconocer a esa teocracia y el rápido reconocimiento por parte de Rusia, China e Irán y por supuesto de Daniel Ortega, al fraudulento triunfo de Maduro, refuerzan esta idea.

Elecciones fraudulentas

El flamante " triunfo electoral" de Maduro, cuestionado por estar viciado de nulidad, desconocido por muchos de los gobiernos del continente, con quien ya el gobierno de Venezuela ha ordenado movilizar a su personal diplomático, un virtual corte de relaciones con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, genera otra grave similitud con la dictadura a la que Ortega convirtió a su gobierno tras las sucesivas reformas constitucionales para perpetuarse en el poder que ostenta desde 2007, siendo re elegido en 2011, 2016 y 2021, además de ya haber gobernado su país entre 1980-1990.

A pesar de las sucesivas reelecciones, el gobierno de Ortega fue comenzado a ser fuertemente criticado a partir de la última elección, la de 2021, ya que durante la campaña electoral se llevó a cabo una series de detenciones de opositores y la anulación de la personería jurídica de algunos partidos, que dejó imposibilitado su participación, y generó un mayor rechazo por países y organizaciones internacionales, que ya se habían manifestado en contra de estas decisiones del gobierno de la República de Nicaragua . El gobierno de Ortega, en reacción a la campaña realizó una serie de detenciones que apartaron a varios aspirantes presidenciales (10 precandidatos fueron arrestados o inhabilitados, siete aspirantes a candidatos presidenciales de la oposición fueron detenidos y acusados de «traición a la patria» y otros dos aspirantes disidentes se marcharon al exilio alegando razones de seguridad). Sumado a ello, se inhabilitaron a dos partidos, lo que agudizó más la presión internacional y el rechazo de países y organismos internacionales. Por supuesto que estas condiciones el triunfo de Ortega por amplio margen fue una farsa.

Curiosas similitudes con las elecciones de ayer en Venezuela, el primer paso fue el de prohibir a Corina Machado, ser la candidata presidencial de la oposición. El siguiente fue disponer la maquinaria estatal para queu El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclame a Maduro para un nuevo período presidencial tras obtener 5,15 millones de votos (51,2%) en el escrutinio de 80% de los votos. González Urrutia recibió 4,45 millones de votos (44,2%), con una participación del 59%, de acuerdo a la información oficial. Sin embargo, estos datos, son desconocidos por gran parte de la comunidad internacional. Los dirigentes de la oposición y los ciudadanos reclaman el histórico triunfo en las urnas del diplomático Edmundo González Urrutia, frente al fraude masivo impuesto a la fuerza por el chavismo. Los datos lo dejan muy claro: con el 73,25% de las actas escaneadas, digitalizadas y contabilizadas por los testigos de la oposición, el candidato demócrata ha derrotado a Nicolás Maduro sin necesidad de terminar el recuento. "La tendencia es irreversible", la sentencia definitiva en Venezuela, gracias a que el opositor recogió 6.275.182 votos frente a los 2.259.256 apoyos para Maduro

ortega maduro.jpg
Daniel Ortega de Nicaragua y Nicolás Maduro de Venezuela, las caras del fraude electoral

Daniel Ortega de Nicaragua y Nicolás Maduro de Venezuela, las caras del fraude electoral

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar