25 de octubre de 2024 - 16:39 Por Sarai Avila Las elecciones presidenciales y parlamentarias de Uruguay de 2024, que se celebrarán el 27 de octubre, son clave para definir el futuro del país. Los uruguayos votarán no solo por un nuevo presidente y vicepresidente, sino también por la renovación completa de su Parlamento. En el marco del sistema electoral uruguayo, si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos, se realizará una segunda vuelta o ballotage el 24 de noviembre.
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Uruguay vota el domingo 27 de octubre. Si hay segunda vuelta, será el 24 de noviembre.
Principales candidatos y contexto electoral
El panorama electoral está liderado por tres figuras principales. Yamandú Orsi, del Frente Amplio (FA), es el favorito en las encuestas. Ex Intendente de Canelones, Orsi ha ganado relevancia como representante de la izquierda, respaldado por figuras históricas como José "Pepe" Mujica. Las encuestas más recientes, como las de las consultoras Equipos y Factum, le otorgan entre un 42% y un 44% de la intención de voto, aunque esto no es suficiente para ganar en primera vuelta.
Por el Partido Nacional (PN), Álvaro Delgado, exsecretario de la presidencia durante el mandato de Luis Lacalle Pou, ocupa el segundo lugar en las encuestas con aproximadamente un 23% de los votos. Aunque Lacalle Pou goza de una alta aprobación, Delgado no ha logrado capitalizar completamente ese respaldo. En tercer lugar, se encuentra Andrés Ojeda, del Partido Colorado, con un 12% de intención de voto, un joven candidato que ha captado atención por su estilo disruptivo y su presencia en redes sociales.
En esta elección, 11 partidos se presentarán. Además, otras listas como Cabildo Abierto y el Partido Independiente tendrán una menor participación, pero podrían ser claves en la formación de alianzas de cara a una eventual segunda vuelta. A diferencia de las elecciones pasadas, este ciclo electoral ha sido descrito como más apático, con una menor participación en las elecciones internas. La ausencia de figuras históricas como Tabaré Vázquez y Mujica ha dejado un vacío en el liderazgo político, lo que ha afectado la conexión de los candidatos con el electorado.
Sistema electoral uruguayo
El sistema electoral de Uruguay está diseñado para asegurar un mandato con altos valores de legitimidad. Si en la primera vuelta ningún candidato alcanza la mayoría absoluta (50%+1 de los votos), los dos más votados avanzarán a un ballotage. Este método fue introducido con la reforma electoral de 1996 y ha sido utilizado en varias ocasiones para decidir al presidente en segunda vuelta. Además, el voto en Uruguay es obligatorio. Todos los ciudadanos habilitados deben sufragar, y aquellos que no lo hagan sin justificación enfrentan sanciones.
Los plebiscitos
En paralelo a las elecciones presidenciales, los uruguayos también votarán sobre dos importantes plebiscitos. Uno de ellos propone una reforma constitucional para permitir allanamientos nocturnos, medida impulsada por el Partido Nacional debido al aumento de la inseguridad. El otro, promovido por la central sindical PIT-CNT, busca modificar el sistema de jubilaciones, eliminando el sistema mixto de fondos públicos y privados, lo que ha generado un intenso debate sobre su viabilidad financiera.
Encuestas y escenarios
Las encuestas proyectan una elección reñida que se definirá en una segunda vuelta. Según los sondeos de la consultora Cifra, Orsi lidera con un 44%, seguido por Delgado con un 23%, y Ojeda con un 12%. Estos números sugieren que ni el Frente Amplio ni el Partido Nacional lograrán la mayoría absoluta en primera vuelta, lo que abre el escenario para el ballotage de noviembre. En caso de una segunda vuelta, Delgado podría contar con el respaldo de los otros partidos de la actual coalición de gobierno, lo que lo pondría en una posición competitiva frente a Orsi. Este último, por su parte, intentará consolidar su liderazgo apelando a las políticas de inclusión social que caracterizan al Frente Amplio.