26 de septiembre de 2023 - 11:16 Por Damian Szvalb Expertos independientes en derechos humanos respaldados por la ONU afirmaron que encontraron pruebas consistentes de crímenes de guerra cometidos por las fuerzas de Rusia en Ucrania, incluyendo torturas (algunas de ellas con tal “brutalidad” que causaron muertes) y violaciones de mujeres de hasta 83 años.
Los miembros de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania también manifestaron su preocupación por las acusaciones de genocidio cometido por las fuerzas rusas, y afirmaron que las están investigando. El equipo indicó que las pruebas mostraban crímenes cometidos por ambos bandos, pero que las fuerzas rusas cometieron muchos más abusos, y de mayor envergadura, que las tropas ucranianas.
La comisión presentó sus conclusiones más recientes en una actualización oral ante el Concejo de Derechos Humanos, exponiendo sus observaciones sobre ataques ilegales con armas explosivas, violencia sexual y de género y otros crímenes en esta guerra que a lleva un año y siete meses. “La comisión está preocupada por las continuas pruebas de crímenes de guerra cometidos por las fuerzas armadas rusas en Ucrania durante su primer mandato”, dijo el presidente de la Comisión, Erik Mose, al Concejo, que creó su equipo de investigación en marzo del año pasado, pocos días después de la invasión de las fuerzas rusas. La Comisión trabaja ahora bajo un segundo mandato.
Los principales objetivos de la tortura fueron personas acusadas de ser informantes de las fuerzas ucranianas, y los malos tratos incluyeron en ocasiones el uso de descargas eléctricas, según el informe. “En algunos casos, la tortura se infligió con tal brutalidad que causó la muerte de las víctimas”, declaró Mose.
En su informe, la comisión afirma que soldados rusos en la región ucraniana de Jersón, en el sur del país, “violaron y cometieron actos de violencia sexual contra mujeres de edades comprendidas entre los 19 y los 83 años”, y que a menudo “se mantenía a los familiares en una habitación contigua, por lo que se les obligaba a oír las violaciones que se cometían”.
La semana pasada, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, calificó de “genocidio” el accionar de Rusia en Ucrania. Concretamente, se refirió al secuestro de niños para ser trasladados a Rusia. «A esos niños en Rusia se les enseña a odiar a Ucrania y se rompen todos los lazos con sus familias. Y esto es claramente un genocidio», dijo Zelenski.
Zelenski aprovechó su intervención en la asamblea para reiterar la convocatoria a naciones con ideas afines a las de su país. «Estamos preparando una Cumbre Mundial por la Paz. Les invito a todos ustedes -a todos los que no toleran ninguna agresión- a preparar conjuntamente la cumbre», dijo el presidente ucraniano.
Hasta principios de abril de este año, se estimaba que Rusia se había apropiado de unos 16.000 niños y niñas ucranianos en el marco de la invasión. Se supone que los trasladan a Rusia, para ser criados por familias rusas, bajo costumbres rusas. La expropiación de infantes constituye un crimen de lesa humanidad. Por eso la Corte Penal Internacional cursó las denuncias contra los funcionarios de Rusia. En aquel momento, el expresidente ruso Dimitri Medvedev arremetió de manera agresiva contra el tribunal. Sugirió a los fiscales que “miren al cielo”, en una explícita amenaza sobre un eventual ataque de misil. El embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, había afirmado que su país devolverá a los niños ucranianos llevados a Rusia «cuando las condiciones sean seguras». Asimismo, había afirmado que la comunidad internacional exageró sobre el tema, acusado a Rusia de apropiarse de los niños para reeducarlos bajo la cultura rusa.
Desde el comienzo de la invasión, en febrero de 2022, el accionar ruso siempre ha estado sospechado de infringir las normas internacionales. Torturas, extorsiones, violaciones, secuestros, maltratos y, por supuesto, asesinatos, siempre estuvieron en el manual de actuación de Rusia en cada paso dado en territorio ucraniano. Sin embargo, es importante destacar que Rusia no es parte firmante del tratado que dio origen a la Corte Penal Internacional, encargada de juzgar los crímenes de lesa humanidad. Por lo tanto, el tribunal carece de jurisdicción para detener a funcionarios rusos en Rusia. Sin embargo, sí puede detenerlo en cualquiera de los 130 países firmantes del tratado de Roma (que dio origen al tribunal) que hayan incorporado la normativa a su legislación local.
Crímenes de guerra en Ucrania: surgen más denuncias contra soldados rusos por violaciones