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SUSCRIBITEEl viaje de Javier Milei a Israel sacó a relucir viejas consignas antisemitas El tremendo ataque terrorista perpetrado por Hamas el último 7 de octubre que se desató la guerra en la Franja de Gaza, generó alrededor del mundo un rebrote del antisemitismo más rancio, particularmente disfrazado de antisionismo.
A ese efecto la Argentina no estuvo exenta y numerosas organizaciones, denominadas de derechos humanos, que jamás repararon en la masacre de civiles con la que se inició este conflicto, y partidos políticos situados en la llamada ala izquierda de la política, principalmente el Frente de Izquierda y de los Trabajadores y el el Partido Obrero, salieron a fustigar durante el accionar de Israel. Lo hicieron con una vara totalmente distinta a otros conflictos alrededor del mundo: para ellos, el único genocida es Israel.
Históricamente embanderados en causas sociales, la llamada liberación del pueblo palestino también fue "adoptada" por estas agrupaciones a pesar de las enormes contradicciones y desconocimiento que muestran, como el de llevar la bandera de la comunidad LGTB+, cuando la diversidad sexual en países musulmanes es penada gravemente. Tampoco condenarons nunca el accionar terrorista de Hamas que el 7 de octubre atacó, mutiló, torturó, violó, secuestró y asesinó a más de 1200 personas entre las que encontraban niños, mujeres y adultos mayores.
Más allá que estas agrupaciones, llevan años, con este discurso, aunque justificándose como antisionistas, termina siendo profundamente antisemita. Además contrariaron la deficinición de antisemitismo que desde el 26 de mayo de 2016, los 31 miembros de la IHRA (Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto por sus siglas en inglés) adoptaron. La IHRA reúne a gobiernos y expertos a fin de reforzar, impulsar y promover la educación, la memoria y la investigación en todo el mundo sobre el Holocausto.
En este caso la autora de los dichos fue la Diputada Nacional por el FIT, Vanina Biassi, quien no es la primera vez que cae en este tipo de actos, en noviembre del año pasado fue denunciada por el titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 4, Carlos Stornelli, por «manifestaciones que tuvieron por posible objeto la justificación o promoción de la discriminación religiosa, alentando y/o incitando a la persecución o el odio contra un grupo de personas», realizadas ayer, lunes, en la red social X (ex Twitter) desde el usuario «@vaninabiasi».
En ese momento, la diputada se había referido a la liberación de una niña secuestrada, que inicialmente se consideraba asesinada y afirmó: «Miles sufriendo porque Emily había sido asesinada y finalmente todo era una construcción de la narrativa sionista a la que poco le importa la vida de la gente y su sufrimiento». Seguidamente, «frente a diversas reacciones críticas a dicha publicación por parte de distintos usuarios de la red, Biasi habría realizado otras publicaciones tales como ‘El Estado sionista es nazi por sus prácticas y su ideología'».
Stornelli afirmó que «la conducta denunciada hallaría prima facie encuadramiento típico en el delito reprimido y contemplado por el artículo 3 de la Ley 23.592 -Ley de ‘Actos Discriminatorios- en el marco de «un uso abusivo» del «indiscutido derecho constitucional de publicar las ideas por la prensa sin censura previa y de la libertad de expresión», ya que se habría tratado de «la exteriorización de propaganda» antisemita «a través de un medio masivo de comunicación como la red social indicada».
No conforme con ello, ante el viaje del presidente Milei a Israel, la diputada Biasi publicó el siguiente posteo
El mismo deja mucho para analizar. En primer lugar la mescolanza de consignas vinculando la visita de Milei a Israel con su política económica. En segundo lugar, la calificación a Israel de genocida y colonizador, cuando el estado hebreo demostró hasta el cansancio que todas la acciones se realizaron tendientes a reforzar su seguridad, defender su población civil y principalmente buscar desmantelar la estructura terrorista de Hamas. Sin embargo, el tercer punto a cuestionar termina siendo más grave aún. Porque más allá de las críticas ideológicas, la caricaturización del judio con orejas grandes y un peinado en el que pareciera tener cuernos, remitiendose claramente a la figura del diablo, retrotrae a los peores libelos antisemitas de la historia y eso va más allá de la protesta contra Israel, es antisemitismo de manual.