28 de febrero de 2025 - 15:28 Por Sarai Avila Desde el 19 de enero rige entre Israel y el grupo terrorista Hamas una tregua de cese al fuego. Desde entonces, Hamás liberó un total de 33 rehenes, incluidos ocho cuerpos, a cambio de casi 2.000 prisioneros palestinos. Además, Hamás entregó recientemente los cadáveres de cuatro rehenes israelíes en un gesto acordado con Israel, que a su vez liberó a más de 600 prisioneros palestinos. Este intercambio entre secuestrados israelies y presos palestinos marcó el fin de una primera fase del alto el fuego que llevó calma a Medio Oriente.
Entre los rehenes cuyos restos fueron entregados se encuentran Tsachi Idan, Itzhak Elgarat, Ohad Yahalomi y Shlomo Mantzur, quienes fueron secuestrados durante el ataque del 7 de octubre de 2023. Israel denunció que tres de estos rehenes fueron asesinados en cautiverio, mientras que el cuarto murió el mismo día del ataque. Hamás no respondió a esta acusación, aunque en el pasado negó haber ejecutado rehenes, sosteniendo que algunos murieron debido a los bombardeos israelíes en Gaza.
Las ceremonias propagandísticas organizadas por Hamás en la entrega de rehenes y cadáveres han sido duramente por Israel. La liberación de seis rehenes en una ceremonia pública llevó a que Israel retrasara la excarcelación de prisioneros palestinos en represalia, generando un nuevo punto de fricción en la tregua.
Egipto como mediador y la incógnita de la segunda fase
Con el fin de la primera fase, las miradas se centran en El Cairo, donde se llevan a cabo negociaciones para extender la tregua. Egipto, mediador clave junto con Qatar y Estados Unidos, intenta salvar el acuerdo y evitar una reanudación de los combates. Sin embargo, los puntos de discordia entre Israel y Hamás dificultan avanzar hacia una segunda fase.
Hamás insiste en que la única forma de liberar a los rehenes restantes es garantizando el fin de la guerra y la retirada completa de las tropas israelíes. Israel, en cambio, ofrece tres opciones: el desarme y exilio de los líderes de Hamás, la entrega de los rehenes sin garantías de alto el fuego o el reinicio de los ataques sobre Gaza.
Uno de los puntos más conflictivos es la presencia de tropas israelíes en el corredor de Filadelfia, la franja de 14 kilómetros en la frontera entre Gaza y Egipto. Israel argumenta que debe mantener el control para evitar el contrabando de armas, mientras que Egipto sostiene que destruyó los túneles de contrabando hace años y rechaza cualquier presencia militar israelí en la zona.
La presión interna en Israel y Hamás
El gobierno de Benjamin Netanyahu enfrenta presiones contradictorias. Por un lado, las familias de los rehenes exigen priorizar su liberación, lo que implica continuar la tregua y negociar con Hamás. Por otro, los sectores más radicales de su coalición amenazan con abandonar el gobierno si no se reanudan los ataques en Gaza. Netanyahu ha enviado una delegación a El Cairo, pero aún no está claro si busca realmente una extensión del alto el fuego o simplemente ganar tiempo.
Hamás, por su parte, enfrenta su propio dilema. Aunque ha manifestado su disposición a continuar con la tregua en los términos pactados, su principal activo sigue siendo la retención de rehenes, y liberar más sin garantías de un alto el fuego permanente podría debilitar su posición.
Un frágil equilibrio al borde del colapso
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El criminal ataque de del grupo terrorista Hamas el 7 de octubre de 2023 cambió a todo Medio Oriente
El cese al fuego sigue siendo frágil y su futuro incierto. Si bien Hamás completó la entrega de rehenes y prisioneros de la primera fase, la segunda etapa del acuerdo, que debería garantizar la liberación de los rehenes restantes y el fin de la guerra, aún no tiene una hoja de ruta clara. Israel y Hamás siguen divididos en sus demandas fundamentales y, mientras continúan las negociaciones, la sombra de una reanudación de la guerra sigue latente.