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La ONU en la mira

La UNRWA y sus escandalosos vínculos con Hamas

Trabajadores de la UNRWA, implicados en el ataque terrorista del 7 de octubre, ponen en tela de juicio su accionar y ponen en peligro su financiamiento.

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5 de febrero de 2024 - 19:48 Por Uriel Salamon

La UNRWA es la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina. Se estableció después de la guerra árabe-israelí de 1948 por la Asamblea General de Naciones Unidas, en virtud de la Resolución 302, del 8 de diciembre de 1949 y su objetivo inicial era la creación de campamentos de refugiados en los que alojar a los más de 700.000 palestinos desplazados tras ese conflicto. La UNRWA es la única agencia de Naciones Unidas dedicada a ayudar refugiados de una región o conflicto específicos y es independiente de ACNUR, establecida en 1950 como la principal agencia para ayudar a todos los demás refugiados existentes en el mundo. Se convirtió por estructura y presupuesto en la principal agencia humanitaria situada en la Franja de Gaza y su financiación depende “casi en su totalidad” de contribuciones voluntarias de los Estados miembros de la ONU, aunque también recibe dinero del presupuesto ordinario de Naciones Unidas. Sin embargo, tras el terrible ataque de Hamas del 7 de octubre, esto podría cambiar drásticamente y la agencia corre riesgo de desaparecer, dada una investigación que reveló escandalosos vínculos entre esta y la organización terrorista.

Hace un tiempo, contamos en EL ARCHIVO, cómo mucha de la ayuda humanitaria enviada por el mundo entero a Gaza, no siempre llegaba a sus destinatarios. ¿Ocurre lo mismo con las funciones de la UNRWA? Israel acusa a la organización de estar infiltrada por Hamas, ya sea prestando "colaboración" o incluso con miembros de su staff siendo miembros activos del grupo terrorista e incluso de haber participado activamente en el ataque del 7 de octubre.

De acuerdo a informes de inteligencia israelíes, seis empleados de la UNRWA estuvieron entre los miles de terroristas que ingresaron a Israel el 7 de octubre. Varios de ellos eran personal de las escuelas de la agencia, incluyendo un profesor de árabe, un profesor de matemáticas y otros seis trabajadores. Ellos habrían coordinado la logística para el asalto y ayudado a proporcionar armas. También habrían informado los puntos de reunión para el ataque. Uno de ellos ha sido acusado de secuestrar, con la colaboración de su hijo, a una mujer israelí; otro ayudó a llevar hasta Gaza el cuerpo de un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel además de distribuir munición y coordinar vehículos que participaron en el ataque. Incluso hay uno que participó directamente en la masacre de un kibutz, aparentemente en Be’eri, en la que murieron 97 personas.

El punto en común es que todos ellos eran contratados por la UNRWA y, como es obvio, cobraban de los fondos de la agencia de la ONU que es financiada por las democracias occidentales. El mismo informe revela que el 10% del personal de la UNRWA en Gaza está vinculado con Hamas o la Yihad Islámica Palestina, y la mitad de los empleados tiene un pariente cercano con una membresía activa en estos grupos. No obstante, hace años que existen denuncias de vínculos entre la agencia de la ONU y Hamas. Los terroristas comenzaron a usar las instalaciones de la UNRWA para sus actividades durante el conflicto de 2014 con Israel. Durante todo este tiempo, la propia agencia admitió haber encontrado armas almacenadas en tres de sus escuelas. Israel también identificó al menos 28 incidentes de militantes que dispararon proyectiles desde cerca de una escuela o instalación de la UNRWA.

Por otra parte, la agencia de la ONU presume de gestionar más de 700 escuelas, lo que supone que son los responsables de la formación de una cuarta parte de los niños palestinos. Unas escuelas en las que, tal y como destacaba un informe de IMPACT-se, una ONG que analiza si los sistemas educativos son herramientas para la transmisión del odio–, los libros de texto son auténticos catálogos de barbaridades que incitan a los niños a convertirse en terroristas suicidas, ofrecen una visión llena de odio sobre Israel y, por supuesto, promueven una versión muy radical del islam, una fuerza que debe dominar el mundo y hacer que los infieles "sean subyugados, debilitados y vencidos". Los manuales ‘educativos’ glorifican como ejemplo a terroristas –por ejemplo a una que lideró un atentado con decenas de muertos, trece de ellos niños–, se explayan en referencias a los placeres, incluso sexuales, que los mártires encuentran y disfrutan en el paraíso y, en definitiva, empujan a los niños por el camino de la violencia y la muerte. Y lo hacen sin andarse por las ramas, como en este párrafo de un libro para niños de 11 años: "Entregar tu propia vida, sacrificarte, luchar, el esfuerzo y la yihad son lo más importante en esta vida, especialmente para gente que sufre el azote de la ocupación".

La gravedad de las acusaciones vinculadas al 7 de octubre llevó a que Estados Unidos suspendiera los pagos y pidiera “la completa rendición de cuentas de cualquiera que haya participado en los atroces ataques”. El Reino Unido tomó una postura similar. Francia anunció que no tiene previsto de momento una nueva contribución durante el primer semestre de 2024. Alemania, Australia, Canadá, Finlandia, Italia supeditaron la continuidad de las donaciones a la aclaración de la situación. Ante tamaño escándalo y sobre la clara posibilidad de quedarse sin financiamiento (que en 2023 alcanzó los 1200 millones de dólares), el secretario general de la ONU, António Guterres, anunció el nombramiento de un grupo independiente para evaluar el trabajo de la agencia para los refugiados palestinos (UNRWA). El grupo, que será liderado por la exministra de Exteriores francesa Catherine Colonna, tendrá que entregar un informe preliminar a Guterres en marzo de 2024, más uno definitivo en abril. Este último informe se hará público. En concreto, los investigadores deberán identificar los mecanismos de la UNRWA para «asegurar la neutralidad y responder a las alegaciones o la información que indica que este principio se ha violado», detalló la ONU en un comunicado.

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¿Corre riesgo el financiamiento de la UNRWA?

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