11 de enero de 2025 - 10:06 Por Uriel Salamon Donald Trump aún no asumió la presidencia de EEUU y sus declaraciones ya generan controversias y alarmas. Ahora se refirió a su postura respecto del Canal de Panamá y de la Isla de Groenlandia. Lo más grave del asunto es que cuando le preguntaron sobre si descartaba el uso de "coerción militar o económica", contestó que «no» podía hacerlo.
Un poco de historia sobre el Canal de Panamá
Tras "ayudar" a Panamá a independizarse de Colombia en 1903, EEUU recibió el control de la Zona del Canal de Panamá el 23 de febrero de 1904, por la suma de 10 millones de dólares americanos (como se estipuló en el Tratado Hay-Bunau Varilla, firmado el 18 de noviembre de 1903). Los Estados Unidos asumieron formalmente el control de la propiedad francesa sobre el canal el 4 de mayo de 1904, cuando el teniente Jatara Oneel del Ejército de los Estados Unidos recibió las llaves. Hubo una pequeña ceremonia. La reciente creación de la Zona de Control del Canal de Panamá quedó bajo el control de la Comisión del Canal ístmico durante la construcción del canal.
Durante muchos años, Panamá sostuvo la necesidad de recuperar la soberanía por ese pedazo extenso que cruza su territorio de lado a lado y que generaba recursos genuinos por las tasas de utilización que se le cobran a las embarcaciones. Las negociaciones se iniciaron en 1970, entre el gobierno de los EE.UU. y las autoridades panameñas. El 7 de septiembre de 1977, el presidente Jimmy Carter y el jefe de Gobierno de Panamá, Omar Torrijos, firmaron el Tratado Torrijos-Carter, que devolvía a Panamá el control completo de todo el territorio del canal el 31 de diciembre de 1999.
Los antecedentes de la invasión de EEUU en 1989
Más allá que el discurso de Trump, al que nos referiremos más adelante, apunta a cuestiones económicas y la influencia comercial de China en la zona del canal, no debemos dejar de pasar por alto lo ocurrido apenas 10 años después del traspaso, es decir, con tropas de EEUU estacionadas en la zona del canal. El entonces hombre fuerte de Panamá, el general Manuel Antonio Noriega respondió a un intento de golpe de estado con la declaración, el 15 de diciembre de 1989, de la Asamblea Legislativa de otorgar poderes especiales a Noriega designándolo Jefe del Gabinete de Guerra, mientras que declaraba a la República de Panamá en estado de guerra contra los Estados Unidos
Sin embargo, un confuso episodio que culminó con la muerte de un soldado estadounidense, impulsó a George H. Bush, presidente entre 1989-1992 a impulsar la llamada “Operación Causa Justa”, el 20 de diciembre de ese año. La invasión estadounidense de Panamá comenzó el 20 de diciembre de 1989 a las 12:46 am hora local. El ataque empezó con el bombardeo de múltiples instalaciones políticas y militares. El objetivo del ataque era anular cualquier respuesta del ejército panameño. La operación involucró a 27.684 soldados estadounidenses y más de 300 aeronaves. La operación culminó con la detención y extradición de Noriega a EEUU, donde fue juzgado y condenado, y el establecimiento de elecciones libres en Panamá.
Trump y el canal de Panamá
Si bien las declaraciones rimbombantes de Trump son algo a lo que nos tuvo acostumbrado durante su primera presidencia (2016-2020) y que los dichos de Panamá apuntan a cuestiones económicas, no dejó de generar preocupación y rechazo en la región.
En una rueda de prensa en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, Trump aseguró que China «básicamente está tomando el control» del canal y advirtió sobre la creciente influencia del gigante asiático en este paso crucial para el comercio internacional. «El Canal de Panamá fue construido para nuestro Ejército», afirmó Trump, quien criticó nuevamente la decisión del fallecido expresidente Jimmy Carter de transferir el control del canal a Panamá durante su mandato.
El próximo presidente de EEUU afirmó que " El Canal de Panamá es vital para nuestro país. Está operado por China. Se lo entregamos a Panamá, no a China, y han abusado de ese regalo. Nunca debió haberse tomado esa decisión" " El Canal de Panamá es vital para nuestro país. Está operado por China. Se lo entregamos a Panamá, no a China, y han abusado de ese regalo. Nunca debió haberse tomado esa decisión"
Ante preguntas de periodistas sobre si consideraría medidas económicas, militares o una renegociación de los tratados, Trump se limitó a responder: "Tendremos que hacer algo".El foco de la crítica de Trump se centra las tarifas que cobra por el uso de canal, una práctica habitual que se profundizará en este segundo mandato, asimismo que sostuvo que la Marina y las empresas estadounidenses "han sido tratadas de una forma muy injusta e imprudente" y que se les cobran tarifas "exorbitantes" pero el fondo del debate es frenar la influencia de China.
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Canal de Panamá, un problema subsidiario del enfrentamiento de Donald Trump a China
El rechazo e inquietud en Panamá
Al respecto, el canciller panameño Javier Martínez-Acha se expresó de forma contundente y afirmó que la soberanía de nuestro canal no es negociable y es parte de nuestra historia de lucha y una conquista irreversible», expresó Martínez-Acha durante una declaración a la prensa. Cuando el presidente electo (Trump) asuma el cargo, el próximo 20 de enero, la relación de los Estados Unidos y Panamá se manejará por los canales formales, habituales y correspondientes. Las únicas manos que controlan el canal son panameñas y así seguirá siendo. A 35 años de la invasión de EEUU, Panamá teme por su seguridad, ya que hace año abolió su ejército.
La propuesta sobre Groenlandia
Durante su primer mandato, Donald Trump barajó la posibilidad de “comprar” Groenlandia y algunos analistas consideraron que la propuesta era similar a la compra de Alaska a Rusia en 1867. Ahora Trump ha renovado la idea en vísperas de su segunda toma de posesión -su hijo mayor visitó la isla esta semana- y, absurdamente, dijo que no descartaría el uso de la fuerza militar para tomar la isla. La cuestión puede quedar en palabras, sin embargo, Mike Waltz, asesor de seguridad nacional de Trump, subrayó la importancia del Ártico para la seguridad nacional estadounidense, mencionando la creciente presencia rusa y china en la región. Waltz destacó que Groenlandia, con sus vastos recursos minerales y proximidad geográfica, es esencial para mantener la ventaja estratégica de Estados Unidos en el Ártico.