20 de diciembre de 2024 - 12:27 Por Fiamma Tognoli El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y el inicio del mandato de Claudia Sheinbaum como presidenta de México colocan a ambos líderes frente a una compleja relación bilateral. Las primeras interacciones entre ambos dejó claro que la relación entre Estados Unidos y su vecino estará marcada por tensiones y un delicado equilibrio entre colaboración y confrontación.
Fuertes diferencias ideologicas
Donald Trump construyó su carrera política en un discurso nacionalista y proteccionista, prometiendo "poner a Estados Unidos primero". Durante su primer mandato (2017-2021), impuso aranceles a productos mexicanos, avanzó en la construcción del muro fronterizo, y renegoció el Tratado de Libre Comercio (hoy T-MEC). En contraste, Claudia Sheinbaum, científica con un doctorado en ingeniería ambiental, adoptó una agenda progresista centrada en el feminismo, la sostenibilidad, y los derechos humanos, convirtiéndose en la primera mujer presidente de México tras obtener el 54% de los votos en las elecciones de 2024.
El 26 de noviembre, Trump y Sheinbaum sostuvieron su primera llamada oficial. Trump afirmó públicamente que México había acordado "cerrar efectivamente nuestra frontera sur" y frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos, describiendo la conversación como “constructiva”. Sin embargo, Sheinbaum ofreció una versión diferente, señalando que su gobierno busca "tender puentes y respetar los derechos humanos", en lugar de imponer medidas unilaterales. La presidente insistió en que México mantiene una estrategia integral para atender la migración desde sus causas, como la pobreza y la violencia en Centroamérica, y destacó que su gabinete de seguridad está capacitado para combatir al narcotráfico sin intervención extranjera.
Narcotráfico, tema siempre sensible entre Estados Unidos y México
El narcotráfico es un tema especialmente crítico en la relación. En Estados Unidos, más de 80,000 personas murieron en 2023 debido al consumo de opioides, incluidos el fentanilo y otras drogas sintéticas, mientras que en México, la violencia relacionada con los cárteles dejó más de 30,000 homicidios ese mismo año. Trump y figuras relevantes del Partido Republicano, como Marco Rubio, Pete Hegseth, y Lindsey Graham, han propuesto medidas que podrían vulnerar la soberanía de México. Entre las propuestas, destacan la "invasión suave" con fuerzas especiales para eliminar líderes de cárteles, el envío de tropas condicionado a la cooperación del gobierno mexicano, y la designación de los cárteles como organizaciones terroristas para justificar una respuesta militar. Estas ideas, filtradas por Rolling Stone, generaron un rechazo enérgico de Sheinbaum, quien afirmó que "México no aceptará una invasión ni violaciones a su soberanía". Además, expresó que “la epidemia de fentanilo” es “un problema de consumo y de salud pública de la sociedad” estadounidense.
Un tema relacionado es el contrabando de armas. Según datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, el 70% de las armas ilegales incautadas en el país provienen de Estados Unidos, lo que alimenta la capacidad de los cárteles para superar a las fuerzas de seguridad mexicanas. En 2023, México presentó una demanda contra fabricantes de armas estadounidenses por facilitar la llegada de armamento a grupos criminales. Sheinbaum ha insistido en que esta problemática debe ser parte de la agenda compartida con Washington.
La inmigración
La migración es otro punto de tensión. Entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, México redujo en un 75% los encuentros migratorios en la frontera con Estados Unidos, según afirmó la presidente en una conferencia de prensa. A pesar de estos avances, Trump exige medidas más severas, como el cierre total de la frontera, y ha prometido reanudar la construcción del muro fronterizo. Sheinbaum, por su parte, defiende un enfoque que aborde las causas estructurales de la migración y promueva la movilidad laboral entre ambos países.
México es el principal socio comercial de Estados Unidos, entre enero y octubre de 2024, el intercambio comercial entre ambos países, que incluye exportaciones e importaciones, constituyó el 15,9% del comercio internacional de Estados Unidos, superando a China y Canadá, según los datos publicados por la Oficina del Censo Estadounidense. Sin embargo, Trump ha advertido que impondrá aranceles del 25% a las importaciones mexicanas si México no cumple con sus exigencias en migración y narcotráfico. Estas amenazas ya han impactado al peso mexicano, que cayó a 21 pesos por dólar tras la victoria del republicano, y generan incertidumbre sobre el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), cuya revisión está programada para 2026.
“Un aumento de aranceles no es aceptable. Causaría inflación y pérdidas de empleo en ambos países. A un arancel, vendrá otro en respuesta, y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes que generan empleo en nuestras naciones”, declaró Sheinbaum en una conferencia de prensa, donde además leyó una carta dirigida al presidente electo estadounidense.
Durante su primer mandato, Trump utilizó el comercio como una herramienta de presión, imponiendo aranceles a productos clave como el acero y aluminio mexicanos. A pesar de las tensiones, ambos líderes reconocen la importancia de la relación bilateral. México y Estados Unidos comparten una frontera de 3,000 kilómetros, un comercio diario de 1,000 millones de dólares y una comunidad de más de 38 millones de mexicanos en territorio estadounidense. Los próximos años estarán marcados por negociaciones en torno a estos temas, mientras Trump buscará consolidar su agenda proteccionista, y Sheinbaum defenderá los intereses de México.