6 de octubre de 2023 - 20:06 Por Luciana Minassian El 24 de abril de 1915, aproximadamente 250 intelectuales de la comunidad armenia de Constantinopla, entre ellos líderes políticos y religiosos, periodistas, artistas y profesionales fueron arrestados y luego asesinados por autoridades turco-otomanas. Este trágico evento marcó el comienzo del Genocidio sufrido por el pueblo de Armenia.
Para 1923, las políticas turcas de deportación y aniquilación resultaron en la muerte de más de 1.5 millones de armenios, hombres, mujeres y niños. Hoy, 108 años después, Azerbaiyán (y Turquía) están perpetrando el mismo crimen contra los armenios de Artsaj y tienen la intención de completar el genocidio en la República de Armenia.
Después de su asedio ilegal, bombardeos e invasión de Artsaj, el gobierno de Azerbaiyán arrestó a estos líderes armenios: Ruben Vardanyan, David Babayan, Levon Mnatsakanyan, Davit Manukyan, Arshavir Gharamyan, Bako Sahakyan, Arkadi Ghukasyan, Davit Ishkhanyan, Arayik Harutunyan.
Es importante recordar y condenar los horrores del pasado y trabajar para prevenir cualquier forma de genocidio o violencia en el futuro. Las detenciones de intelectuales armenios en 1915 en Constantinopla y la actual detención de los 9 representantes de Artsaj comparten algunas alarmantes similitudes que plantean preocupaciones sobre la intención genocida:
- Objetivo de persecución sistemática de Intelectuales: En ambos casos, las respectivas autoridades gubernamentales apuntaron sistemáticamente a destacadas figuras armenias. En 1915, los intelectuales armenios líderes en Constantinopla fueron arrestados y posteriormente asesinados por las autoridades otomanas. De manera similar, en 2023, representantes de Artsaj fueron arrestados por las autoridades azerbaiyanas y serán sometidos a juicios ilegales y arbitrarios en Bakú.
- Represión de la Disidencia: Las detenciones en ambos casos tenían como objetivo silenciar la disidencia y las voces de oposición. Los intelectuales en 1915 fueron considerados como posibles líderes que podrían movilizar la resistencia, mientras que los representantes de Artsaj arrestados en 2023 eran figuras clave en la vida política y cultural de la región, e incluso permanecieron en el territorio de Artsaj a fin de ayudar a la población que debió huir masivamente a Armenia, corriendo riesgo sus vidas e integridad física en el caso de permanecer en la región.
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Davit Manukyan, detenido.
- Desplazamiento Forzado: Los ataques en 2023 resultaron en que toda la población de Artsaj huyera al territorio de Armenia, convirtiéndolos en refugiados y personas desplazadas por la fuerza. Esto se asemeja a las políticas de desplazamiento forzado y deportación utilizadas durante el Genocidio Armenio de 1915, cuando muchos armenios fueron arrancados de sus hogares y sometidos a condiciones horribles que llevaron al exterminio masivo de la población.
- Amenazas a la Vida: Los ataques contra la población civil de Artsaj el 19 de septiembre de 2023 crearon una situación en la que los civiles tuvieron que huir a Armenia para salvar sus vidas de las amenazas azerbaiyanas. Esto refleja la intención genocida vista en 1915, cuando los armenios fueron objeto de violencia y amenazas de muerte en forma constante, en el período enmarcado en el transcurso de la decadencia del Imperio turco-otomano, hasta la formación de la República de Turquía, lo que ocasionó un genocidio continuado desde 1915 hasta 1923.
- Implícita Intención de Destrucción: El genocidio no se define únicamente por la exterminación masiva del grupo, sino también por la intención de destruir al mismo, en su totalidad o en parte. Las acciones en ambos casos sugieren una intención implícita de destruir a la población armenia. Las detenciones y la violencia contra intelectuales y representantes forman parte de un patrón más amplio de represión, intimidación y persecución.
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La bandera de Armenia, siempre presente en las manifestaciones.
Las similitudes entre estos eventos plantean preocupaciones significativas sobre la seguridad y el bienestar de la población armenia perseguida en Artsaj y la ausencia de atención e intervención internacionales para evitar un mayor sufrimiento y un posible genocidio. Nuevamente el mundo ha mirado hacia otro lado en momentos en que 120.000 seres humanos armenios dependían de las decisiones de los grandes estados, de los más relevantes. Prevalecieron la geopolítica y los intereses económicos que Azerbaiyán despliega sobre Europa y otras latitudes sobre el valor de las vidas humanas.
* Con la colaboración de Uzay Bulut