25 de noviembre de 2022 - 14:11 La comunidad rusa en Buenos Aires y algunos otros del espacio post soviético, como Belarus, Kazajistán, desde el primer día de la invasión rusa en estrecha concordia con la comunidad ucraniana se manifiestan activamente frente a la embajada rusa. Al igual que en anteriores notas, destaco el coraje de este grupo de chicas, chicos que llevan a cabo estas acciones de protesta. Porque estas no son inocuas ni libres de consecuencias para ellos. Detrás de las oscuras ventanas, las cámaras de los servicios secretos rusos registran sus rostros, sus identidades y pacientemente los esperarán en Rusia en caso de que algún día alguno de ellos regrese.
2.jpg
La comunidad rusa manifestándose
3.jpg
La comunidad rusa manifestándose
En esta oportunidad, el motivo de la acción de protesta fueron los ataques rusos a la infraestructura civil de Ucrania. Según los datos aportados por la NASA últimamente, Ucrania vista desde el espacio durante las noches se ha convertido en una “mancha oscura”. Rusia ataca deliberada y explícitamente la infraestructura civil de la invadida Ucrania con la intención de generar una crisis social que ponga al pueblo en contra del gobierno y los presione para negociar una paz con Putin a costa de concesiones territoriales y de soberanía.
“No tenemos luz, gas ni agua, pero tampoco tenemos rusos en nuestra tierra” dijo un residente de la recientemente liberada Jersón en una entrevista, mientras juntaba nieve para obtener agua. Según los sondeos más del 90% de la población está dispuesta a vivir sin servicios básicos si eso los libera del intento colonial imperialista ruso, citó la primera dama Olena Zelenska en su última rueda de prensa a medios occidentales.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, pidió a los europeos que permanezcan unidos contra la ofensiva de Rusia y que limiten severamente el precio del petróleo ruso. "No hay división, no hay cisma entre los europeos y tenemos que preservar esto. Esta es nuestra misión número uno este año", dijo Zelenskyy en un discurso a través de un enlace de video en vivo a una conferencia en Lituania.
A las 24 horas de que los últimos ataques rusos destrozaran Kyiv, el alcalde Vitali Klitschko dijo que el 60 por ciento de los hogares de la capital seguían sufriendo cortes de emergencia de los servicios básico. Sin embargo, los servicios de agua se habían restablecido por completo, dijeron funcionarios de la ciudad. Los últimos ataques a la red eléctrica se producen con la llegada del invierno y las temperaturas en la capital por debajo del punto de congelación. La región occidental de Khmelnytsky fue una de las más afectadas por los cortes de energía, con solo el 35 por ciento de su capacidad normal. Unos 300.000 residentes en la región oriental de Járkiv, cerca de la frontera con Rusia, seguían sin electricidad, pero se restableció el suministro eléctrico para casi el 70 por ciento de los consumidores, dijo Oleh Synehubov, de la administración militar regional.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que el ataque de Rusia exigía una respuesta. “Ucrania sufrió un bombardeo masivo hoy, dejando a gran parte del país sin agua ni electricidad. Los ataques contra infraestructuras civiles son crímenes de guerra y no pueden quedar impunes”, tuiteó el miércoles por la noche.
Tras las atrocidades cometidas por el régimen de Vladimir Putin contra los civiles ucranianos, los eurodiputados han reconocido a Rusia como estado patrocinador del terrorismo.
El miércoles pasado, el Parlamento adoptó una resolución sobre los últimos acontecimientos en la brutal agresión de Rusia contra Ucrania. Los eurodiputados destacan que los ataques deliberados y las atrocidades cometidas por las fuerzas rusas y sus representantes contra civiles en Ucrania, la destrucción de infraestructura civil y otras violaciones graves del derecho internacional y humanitario equivalen a actos de terror y constituyen crímenes de guerra. A la luz de esto, reconocen a Rusia como un estado patrocinador del terrorismo y como un estado que “utiliza medios del terrorismo”.
Y si hago alce Rusia, es que nunca defrauda. Al mismo tiempo que se la declara como patrocinadora del terrorismo, lanza un ataque de misiles contra la maternidad de Zaprorizhya y mata a un bebé de tres días. Dejando un número importante de heridos también. Y lanzó uno de los ataques más brutales contra la infraestructura civil de Ucrania.
DEFINICIÓN DE GENOCIDIO
Comprende cualquier acto que consista en la «matanza y lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo, sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial, medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo, traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo». Comprende cualquier acto que consista en la «matanza y lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo, sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial, medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo, traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo».
La Federación Rusia de Vladimir Putin está cumpliendo al pie de la letra con cada una de las palabras de la definición de genocidio de las Naciones Unidas. Con las matanzas y lesiones físicas y mentales que vieron a lo largo de todo el territorio de Ucrania, pero brutalmente explícitas en Bucha, Irpin, Mariupol.
Los ataques a la infraestructura civil en temperaturas bajo cero, es precisamente eso: un sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.
Y existen ya sobradas pruebas del traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo. Donde se calcula que más de 50.000 niños fueron trasladados ilegalmente desde Ucrania a Rusia y puestos en orfelinatos, casas de acogida y dados en adopción en trámites exprés.
Rusia no está dejando dudas de lo que es.
