14 de marzo de 2023 - 23:25 Por Daniel Villalón El cosmódromo de Baikonur se construyó durante la URSS, bajo el secretismo hermético de los años de la cortina de hierro. Tal es así que su nombre "Baikonur" se puso para despistar a los servicios de inteligencia occidentales, ya que no se encuentra ni cerca de la ciudad de Baikonur. En realidad, se encuentra en la ciudad de Tiuratam en la provincia de Kyzylorda, en la República de Kazajistán.
Desde el colapso de la URSS, el cosmódromo de Baikonur está alquilado por Kazajistán a Rusia hasta el año 2050. La administración de este está a cargo de la empresa estatal rusa RosComos y de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas.
Tuvo su primer lanzamiento en el año 1955. Fue desde este lugar donde partió en 1961 Yuri Gararin e inauguró la profesión de "cosmonauta" cuando dio la primera vuelta alrededor de la tierra desde el espacio. Desde este mismo lugar en 1963 partió Valentina Tereskova y se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio.
El cosmódromo de Baikonur es un complejo enorme. Cuenta con una planta de producción de oxígeno y nitrógeno, esenciales para la propulsión de los cohetes. Además 2 aeropuertos, 470 km de vías férreas, 1281 km de carreteras, 6610 km de líneas de comunicación, 360 km de oleoductos, 92 sitios de comunicación y consume anualmente 600 millones de kWh de energía eléctrica.
Las autoridades de Kazajstán han prohibido al Centro Ruso para la Operación de Infraestructura Espacial Terrestre exportar sus activos fuera del país. La empresa está controlada por la agencia espacial rusa Roskosmos. Según los informes de nuestras fuentes en Kazajistán esta decisión se tomó debido a la deuda de la empresa estatal rusa con la empresa conjunta kazajo-rusa Baiterek por un monto de $ 29,7 millones.
El jefe de la agencia espacial rusa Roskosmos, Yuri Borisov, criticó públicamente al Ministro de Desarrollo Digital, Innovación e Industria Aeroespacial de Kazajstán, Bagdat Musin. Y por su parte, Musin calificó las críticas de Borisov como un "error de cálculo diplomático".
El sistema judicial del Centro Financiero Internacional de Astana es independiente con su propia jurisdicción y opera según los principios de la ley británica. El poder judicial está formado por especialistas extranjeros, principalmente británicos.
Rusia siempre trató a otras 14 repúblicas que conformaron la URSS como simples satélites de su imperio, con apenas algo de respeto. Las decisiones del mandamás de turno del Kremlin siempre tuvieron nulas chances de ser cuestionadas y mucho menos rechazadas por los presidentes de las otras repúblicas. De esas 14 naciones ex soviéticas, hoy 3 de ellas forman parte de la Unión Europea: Letonia, Lituania y Estonia. Ucrania está sufriendo esta invasión genocida. Moldovia y Georgia están política e idiológicamente en las antípodas de las bravuconadas de Rusia. Y el resto de las repúblicas del bloque postsoviético sigue (unos más y otros menos) bajo la influencia del Kremlin.
Ahora, en el contexto de la invasión ilegal a Ucrania, con una Rusia aislada del concierto de las naciones civilizadas del mundo, estos países ex soviéticos que otrora fueran tratados como peones de estancia ahora miran a los ojos a Vladimir Putin de igual a igual. El embargo del cosmódromo de Baikonur por parte de Kazajistán, por un monto de (apenas) casi 30 millones de dólares es una mojada de oreja a Vladimir Putin de dimensiones diplomáticas impensadas hace apenas 12 meses atrás.
Parece que al guapo, al mandamás, al auto pretendido heredero del trono de Pedro I se le están animando los ex peones del palacio.