SUSCRIBITE por $49
martes 21 de enero de 2025

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a El Archivo. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE
Desconfianza y violencia

Israel-Hezbolá: un endeble cese del fuego

El alto al fuego promete una pausa en las hostilidades pero Hezbolá e Israel se acusan mutuamente de romper el acuerdo a días de su implementación

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a El Archivo. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE
3 de diciembre de 2024 - 12:23

El reciente alto al fuego entre Israel y Hezbolá, mediado por Estados Unidos y Francia, marca un punto de inflexión en un conflicto que se prolongó por más de 14 meses, dejando miles de víctimas y desplazados a ambos lados de la frontera entre Israel y Líbano. Sin embargo, las acusaciones de incumplimientos del acuerdo apenas un día después de su implementación evidencian la fragilidad de esta tregua.

La tregua, que entró en vigor el miércoles 27 de noviembre, fue diseñada como un “cese permanente de hostilidades”, según lo expresó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Se establecieron tres etapas principales: un alto al fuego inicial de 60 días, la retirada de Hezbollah al norte del río Litani y la retirada total de las tropas israelíes hacia su lado de la frontera en el mismo periodo. Durante este tiempo, tropas libanesas y fuerzas de paz de la ONU (UNIFIL) patrullarán el área, mientras que un panel liderado por Estados Unidos supervisará el cumplimiento de las condiciones. Basado en la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, el pacto también prohíbe la reconstrucción de infraestructura militar no estatal en el sur del Líbano. Además, exige que las armas y combatientes de Hezbola sean replegados al norte del Litani. Por su parte, Israel deberá evitar operaciones ofensivas contra objetivos en territorio libanés.

image.png
Israel busca aprovechar el cese del fuego para concentrar sus esfuerzos bélicos en la Franja de Gaza

Israel busca aprovechar el cese del fuego para concentrar sus esfuerzos bélicos en la Franja de Gaza

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, sostuvo el alto al fuego como una oportunidad estratégica para enfocarse en la "amenaza iraní" y consolidar la seguridad en el norte del país, aunque advirtió sobre su postura firme ante cualquier incumplimiento del acuerdo. “Por cada violación del pacto, atacaremos con fuerza”, afirmó. Netanyahu también indicó que las tropas israelíes permanecerán desplegadas hasta garantizar que las condiciones de la tregua se cumplan plenamente, destacando que la retirada dependerá de la capacidad de las fuerzas de la ONU y del ejército libanés para mantener el control sobre Hezbollah en la región fronteriza. Al mismo tiempo, subrayó que el objetivo de Israel sigue siendo eliminar cualquier amenaza directa, enfatizando su compromiso con la seguridad de los ciudadanos israelíes.

El rol de Estados Unidos y Francia

Washington y París desempeñaron un papel crucial en las negociaciones. Joe Biden destacó la colaboración entre ambos países como un ejemplo de diplomacia multilateral. Estados Unidos liderará el monitoreo de las condiciones del alto el fuego desde su embajada en Beirut, sin desplegar tropas en el terreno. Francia, como aliado clave, proporcionará apoyo logístico y político para garantizar el cumplimiento de los términos.

A nivel político, el acuerdo representa un logro diplomático significativo para la administración Biden, que enfrenta desafíos en el Medio Oriente, incluyendo el conflicto paralelo en Gaza. Sin embargo, la administración entrante de Donald Trump ya se ha atribuido parte del mérito, lo que subraya las tensiones políticas internas en Estados Unidos respecto a esta crisis.

image.png

Acusaciones de violaciones y desafíos iniciales

Apenas un día después de la implementación del alto el fuego, ambas partes se acusaron de incumplimientos. Israel bombardeó una instalación de almacenamiento de cohetes de Hezbollah en el sur del Líbano, mientras que el grupo armado denunció ataques contra civiles que intentaban regresar a sus hogares. Estas acciones resaltan la fragilidad del acuerdo y la persistente desconfianza entre los actores involucrados. Por su parte, Hezbollah ha declarado que sus fuerzas “supervisarán la retirada israelí con las manos en el gatillo”, lo que sugiere una postura defensiva ante cualquier provocación. Israel, en tanto, ha advertido que responderá con contundencia a cualquier violación.

El conflicto desplazó a más de 1,2 millones de libaneses y 50.000 israelíes. Muchos de los desplazados han comenzado a regresar a sus hogares en condiciones precarias, enfrentando infraestructuras destruidas y advertencias de las autoridades para evitar ciertas áreas. El sur del Líbano, en particular, sufrió graves daños debido a los bombardeos israelíes, mientras que comunidades del norte de Israel también reportaron pérdidas significativas.

¿Oportunidad para Israel?

Para Israel, el alto el fuego brinda una oportunidad para concentrarse en la amenaza iraní y reducir la presión militar en múltiples frentes. Hezbollah, debilitado por las bajas sufridas y la destrucción de su infraestructura, también podría usar esta pausa para reagruparse. Sin embargo, el grupo enfrenta crecientes críticas internas por vincular al Líbano con el conflicto en Gaza, lo que ha exacerbado la crisis económica del país.

image.png

El acuerdo está lejos de garantizar una paz duradera. Las tensiones históricas entre Israel y Hezbollah, combinadas con la compleja dinámica regional que incluye el apoyo de Irán al grupo libanés, plantean interrogantes sobre la sostenibilidad del alto el fuego. Además, el conflicto en Gaza continúa siendo un punto crítico. Hezbollah había condicionado inicialmente su ofensiva al cese de los ataques israelíes en Gaza, pero su reciente repliegue sugiere un cambio en su estrategia, dejando a Hamas aislado en esta lucha.

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

Te Puede Interesar