9 de febrero de 2024 - 14:10 Vladimir Putin irrumpió en Estados Unidos y el mundo al concederle una entrevista al polémico periodista estadounidense Tucker Carlson. Grabada el último martes, pero emitida recién ayer, la entrevista dio lo que se esperaba: un Putin firme, convencido de su cruzada contra Ucrania, muy crítico con la postura de Estados Unidos y Occidente. Pero, sobre todo, un Putin con la intención de blanquearse ante el mundo, de dejar en claro que no es un dictador ni un asesino despiadado.
A continuación, repasamos las principales frases de del líder ruso durante las dos horas de entrevista.
“Aún no hemos logrado nuestros objetivos porque uno de ellos es la desnazificación"
Putin dejó en claro que Rusia va por más. Para quienes pensaron en un Putin con cierta predisposición a proponer un cierre del conflicto, el mandamás ruso advirtió que todavía tiene más por lograr. Y eso que le falta lograr parte de algo tan vago como inexacto: que el nazismo habita en el gobierno de Rusia. Este fue uno de los principales argumentos de Putin siempre para justificar su incursión en Ucrania. Él dice que el gobierno ucraniano es nazi. Y, como el mundo no cuestiona que hay que erradicar cada manifestación de nazismo, a partir de ahí buscó y sigue buscando el aval en la ciudadanía del mundo, muy crítica con su avanzada sobre Ucrania. Además, lo impreciso del objetivo planteado por Putin, le permite extender la incursión mientras así lo desee.
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Vladimir Putin durante su entrevista con el periodista Tucker Carlson.
"Si realmente quieren detener la lucha, tienen que dejar de suministrar armas. Se acabará en unas semanas. Eso es todo".
Putin dejó en claro que el final de la guerra no depende de él, sino de quienes ayudan a Ucrania. Como consecuencia, hizo evidente que no tiene la más mínima intención de acabar con el conflicto. La sólida posición que tiene Rusia hoy respecto de Ucrania, que enfrenta serios problemas de abastecimiento de sus fuerzas, le permite ponerse en esa situación.
"La Unión Soviética le dio territorios a un pueblo que nunca había sido llamado Ucrania... Ucrania es un Estado artificial que fue formado a la voluntad de Stalin"
Con este textual Putin reforzó uno de sus principales argumentos para justificar la guerra: que Ucrania no tiene una historia propia y que siempre fue de Rusia. Por este motivo, en la mente de Putin, hay que tomar Ucrania. Putin desconoce la historia ucraniana, su cultura, su idioma. Para él, todo es artificial. Y, por ende, su misión tomar el país (o ciertas zonas del país) para volver todo a su situación original.
“¿Por qué debería llamarle? ¿De qué debería hablar con él? ¿O rogarle qué?”
Preguntado por su relación con el presidente estadounidense, Joe Biden, Putin minimizó la situación. Alegando que tiene cuestiones domésticas que atender, lo cual es cierto, el líder ruso se encargó de ningunear el vínculo con su par estadounidense. Sobre todo, apoyado en la situación de fortaleza que supone la actualidad de le guerra, como mencionamos más arriba, Putin se mostró en una posición cómoda, expectante, sin la más mínima necesidad de lograr consensos con Estados Unidos y Occidente.
"Así es, así es. No se trata de la personalidad del líder. Se trata de la mentalidad de la élite"
Con esta frase, Putin se metió de lleno en la política local estadounidense. Se refirió a que no importa quién gobierna el país, porque, para él, quien gobierna es la elite. En otras palabras, fue una manera de decir que en Estados Unidos no hay democracia, o que la democracia no es más que aparente, solo para validar los mandatos de una supuesta elite que es la que realmente maneja el país, más allá de quien gane las elecciones. La frase de Putin sobre el sistema político estadounidense llega en un momento especial, en el que el país se encuentra camino a una elección presidencial.
“¿No sería mejor negociar con Rusia para llegar a un acuerdo, dado que lucharemos hasta el final por nuestros objetivos?”
Con estas palabras Putin dio dos mensajes a Estados Unidos y sus aliados. El primero, que está dispuesto a negociar. Si bien los contactos siempre existieron, aunque no públicos, nunca pareció haber buena predisposición para realmente establecer una mesa de negociación: las condiciones que una y otra parte pueden poner tornan inviable cualquier posibilidad de acuerdo. Al menos por ahora. El otro, como mencionamos más arriba, que Rusia no baraja la más mínima chance de acabar con el conflicto hasta lograr lo que quiere.
Propaganda y más propaganda
Las dos horas de entrevista de Carlson a Putin sirvieron a Putin para enfatizar sus argumentos para invadir Ucrania: desconocimiento de su historia, de su territorio y de su propia existencia. Pero también algo dulce para los oídos del mundo: la desnazificación del país.
Putin también aprovechó para mostrarse ante la sociedad estadounidense y del mundo como alguien fuerte, sólido, convencido de su cruzada y, por sobre todo, con argumentos válidos para hacer lo que está haciendo. Alguien que está ganando y que, por ende, está sentado esperando que quienes quieren detener el conflicto vayan a él y se lo pidan.