Vladimir Putin, cada vez más firme en su guerra contra Ucrania, sigue poniendo en máxima alerta al mundo. Semanas atrás, el portal CNN reveló la inquietud de Estados Unidos por el desarrollo de un arma nuclear espacial por parte de Rusia.
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SUSCRIBITEVladimir Putin sigue recurriendo a la amenaza nuclear, pero esta vez fue tan lejos que llegó hasta el espacio. Estados Unidos y Occidente, en alerta.
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SUSCRIBITEVladimir Putin, cada vez más firme en su guerra contra Ucrania, sigue poniendo en máxima alerta al mundo. Semanas atrás, el portal CNN reveló la inquietud de Estados Unidos por el desarrollo de un arma nuclear espacial por parte de Rusia.
Según los reportes de inteligencia que soportan despertaron las alertas, dicha arma podría destruir satélites al crear una onda de energía masiva cuando se detona, lo que potencialmente podría paralizar una amplia franja de los satélites comerciales y gubernamentales de los que el mundo depende para hablar por teléfono celular, pagar las facturas y navegar por Internet, por ejemplo.
El tema lo puso en agenda el representante republicano Mike Turner, de Ohio, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Turner simplemente se limitó a decir que "tenía información relativa a una grave amenaza para la seguridad nacional". Pero luego fue el presidente Joe Biden quien aseguró que Turner se refería a una nueva capacidad nuclear rusa antisatélite. Sin embargo, Biden dejó en claro que "no existe ninguna amenaza nuclear para el pueblo de Estados Unidos ni para ninguna otra parte del mundo con lo que Rusia está haciendo en este momento". Y agregó que la amenaza “está relacionada con los satélites y el espacio y con dañar esos satélites potencialmente".
Este nuevo tipo de arma -conocida generalmente por los expertos militares espaciales como EMP nuclear- crearía un pulso de energía electromagnética y una avalancha de partículas altamente cargadas que atravesarían el espacio para perturbar a otros satélites que vuelan alrededor de la Tierra.
El arma aún está en fase de desarrollo y no está en órbita, han subrayado públicamente funcionarios de la administración de Biden. Pero si se utiliza, dicen los funcionarios, cruzaría un peligroso rubicón en la historia de las armas nucleares y podría causar trastornos extremos en la vida cotidiana de formas difíciles de predecir.
No quedó claro de inmediato si el dispositivo, tal y como está diseñado, podría afectar al GPS y a los satélites nucleares de mando y control, que operan en una órbita más alta que la vasta constelación de satélites comerciales y gubernamentales que zumban en la órbita terrestre baja. Esos satélites más grandes están diseñados para ser inexpugnables ante una explosión nuclear, pero un antiguo alto cargo espacial del Pentágono declaró a CNN que "podrían ser vulnerables" dependiendo de lo cerca que estuvieran del EMP, de su antigüedad y de la magnitud de la explosión.
Los expertos dicen que este tipo de arma podría tener el potencial de acabar con megaconstelaciones de pequeños satélites, como los Starlink de SpaceX, que han sido utilizados con éxito por Ucrania en su actual guerra con Rusia.
John Kirby, coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, se refirió al tema en conferencia de prensa. "Nuestro conocimiento general de la búsqueda rusa de este tipo de capacidad se remonta a muchos, muchos meses, si no unos pocos años", dijo. "Pero apenas en las últimas semanas la comunidad de inteligencia ha sido capaz de evaluar con mayor confianza exactamente cómo Rusia continúa persiguiéndolo (a ese objetivo)".
Según Kirby, no se trata de un concepto nuevo y, como concepto, se remonta a finales de la Guerra Fría. Pero, dijo, "el gran temor con cualquier eventual dispositivo EMP en órbita [es] que podría inutilizar grandes porciones de órbitas particulares" mediante la creación de un campo minado de satélites inutilizados. Y esto "luego resultaría peligroso para cualquier nuevo satélite que pudiéramos tratar de poner en marcha para reemplazar o reparar los satélites existentes", agregó.
Según el funcionario estadounidense y otras fuentes, se trataría casi con toda seguridad de "un arma de último recurso" para Rusia, ya que causaría el mismo daño a cualquier satélite ruso que también se encontrara en la zona.
Desde la Casa Blanca aseguran que, si Rusia lanzara un EMP nuclear, sería la primera violación del Tratado sobre el espacio ultraterrestre de 1967, que prohíbe el emplazamiento de armas de destrucción masiva en el espacio exterior. "Sería una violación del Tratado sobre el espacio ultraterrestre suscrito por más de 130 países, entre ellos Rusia", declaró Kirby.
En una reciente entrevista con la televisión estatal rusa Rossía-1 y la agencia oficial de noticias RIA Nóvosti, el presidente ruso Vladimir Putin, dijo que está dispuesto a utilizar armas nucleares si existe una amenaza al Estado, la soberanía o la independencia de Rusia.
Cuando se le preguntó si alguna vez había considerado utilizar armas nucleares en el campo de batalla de Ucrania, Putin respondió que no era necesario. A propósito de Ucrania, acusó al país de querer interferir en las elecciones que tendrán lugar el próximo fin de semana en Rusia. «El objetivo principal, no tengo ninguna duda, es, si no perturbar las elecciones presidenciales en Rusia, al menos interferir de alguna manera en el proceso normal de expresión de la voluntad de los ciudadanos», insistió.
El mandatario ruso elogió la tríada nuclear rusa, en referencia a las tres maneras de lanzar armas nucleares, por tierra, mar y aire: «Nuestra tríada, la tríada nuclear, es más moderna que cualquier otra tríada. Solo nosotros y los estadounidenses tenemos realmente esas tríadas. Y hemos avanzado mucho más aquí», aseguró.