26 de abril de 2023 - 13:57 Por Sarai Avila La guerra civil en Sudán es producto de una larga trayectoria de inestabilidad en la que intervienen múltiples actores, una situación económica crítica, gobiernos no democráticos y diferencias religiosas y étnicas. Sudán es un país independiente desde 2011 y a partir de octubre de 2021, momento en el cual un golpe de Estado militar anuló el gobierno civil de transición que gobernaba el país luego de la revolución sudanesa (2018-2019), gobierna la región el General Abdelfatah Al Burhan.
Al mandatario se enfrentan las Fuerzas de Acción Rápida (FAR), nombre que recibieron las milicias de las tribus Yanyauid cuando se intentó asimilarlas al ejército tras el golpe del 2012. Fueron creadas por el dictador Omar al Bashir quien fue destituido por un golpe en 2019 y actualmente están lideradas por Mohamed Dagalo, conocido también como Hemedtti. En el golpe de 2019, Hemedtti y Burhan unieron sus fuerzas pero con el tiempo los desacuerdos se fueron incrementando.
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Sudán esta sumergida en una crisis de larga duración. A pesar de los intentos de la comunidad internacional, la violencia no para.
En enero de 2023 comenzó la fase final del “acuerdo marco”, en el cual se establecen los pasos para establecer un gobierno civil que sustituirá al actual gobierno militar. Al Burhan declaró en marzo que el acuerdo establece que las Fuerzas Armadas estarán sujetas a una autoridad civil para evitar que se separe al Ejército de las actividades económicas, políticas, comerciales, etc. Para lograrlo, se realizó un taller de reforma militar y de seguridad. Sin embargo, las tensiones aumentaron entre las FAR y las Fuerzas Armadas tras realizar este taller por las diferencias entre ambos líderes.
El segundo motivo del conflicto es que las FAR controlan el comercio del oro, y por lo tanto los territorios donde están los yacimientos. El oro es explotado por empresas rusas que utilizan grupos mercenarios para asegurar las zonas donde trabajan y que luego exportan de manera ilegal a Moscú. Hemed no solo controla los yacimientos de oro, sino también los de gas, plata, hierro y otros minerales en diferentes zonas.
La firma que estaba prevista para el 1 de abril se pospuso por falta de consenso sobre la creación de un Ejército unificado con las FAR. El 15 de abril las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo dieron inicio al enfrentamiento. En medio del conflicto bélico la población se enfrenta a múltiples crisis: escasez de comida, falta de electricidad, agua y combustible, son solo algunos de los problemas. Los hospitales son bombardeados y los números de refugiados han aumentado, por lo que los problemas de vivienda son centrales.
El conflicto parece no tener fin: ambos líderes declararon no saber cuándo finalizarán los ataques. La comunidad internacional hizo un llamado a la calma y la paz: Estados Unidos, la ONU, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Holanda, Irlanda, comenzaron a realizar tareas de evacuación y asistencia social.