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SUSCRIBITEEl presidente estadounidense Joe Biden se retira de la campaña debido a los últimos papelones que ha realizado públicamente y respalda a Kamala Harris.
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SUSCRIBITEEn un giro inesperado y sin precedentes en la política estadounidense reciente, el presidente Joe Biden anunció su retiro de la campaña para la reelección, expresando preocupaciones sobre su salud mental. En una carta publicada en sus redes sociales, Biden expresó su apoyo incondicional a la vicepresidenta Kamala Harris.
El actual Jefe de Gobierno de 81 años, decidió dar un paso al costado después de enfrentar crecientes presiones internas y un desempeño debatible en el reciente debate contra el expresidente Donald Trump. En su mensaje, el presidente destacó la necesidad de centrarse en sus responsabilidades actuales y consideró que su retirada es lo mejor para el partido y el país. “Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump. Hagámoslo”, escribió Biden, marcando el inicio de una nueva etapa en la contienda electoral.
Kamala Harris no tardó en responder. Apenas una hora después del anuncio de Biden, publicó una carta en la que agradeció el respaldo del presidente y expresó su intención de ganar la nominación demócrata y, eventualmente, la presidencia. “Me siento honrada de contar con el respaldo del Presidente y mi intención es ganar esta nominación”, afirmó Harris, comprometida a unir al Partido Demócrata y a la nación para “derrotar a Donald Trump”.
El Comité Nacional Demócrata, encabezado por Jaime Harrison, indicó que el proceso para elegir al nuevo candidato será “transparente y ordenado”, y que la Convención Nacional Demócrata, que comenzará el 19 de agosto en Chicago, será el escenario donde se formalizará la candidatura de Harris.
La decisión de Biden de no buscar la reelección remite a un precedente de hace más de cincuenta años, cuando Lyndon B. Johnson decidió no postularse para un segundo mandato en medio de la controversia por la Guerra de Vietnam. Sin embargo, a diferencia de Johnson, Biden deja un legado de logros legislativos significativos, incluyendo la gestión de la pandemia, la creación de millones de empleos, la reducción de costos de medicamentos y la mayor inversión en la historia para abordar el cambio climático.
Kamala Harris, por su parte, ha demostrado ser una figura clave en la administración Biden, apoyando políticas cruciales y articulando una visión clara sobre temas como el derecho al aborto, la defensa de las minorías y la gestión económica. Su capacidad para movilizar apoyos y construir un perfil propio será esencial en esta nueva fase de la campaña demócrata.
El impacto del anuncio de Biden fue inmediato. En pocas horas, la campaña de Harris recaudó sumas récord de donaciones. Según ActBlue, el sitio de procesamiento de donaciones demócrata, se recaudaron 467 millones de dólares el mismo día del anuncio, marcando el día de mayor recaudación del ciclo electoral de 2024.
En medio de este tumultuoso escenario, la figura de Donald Trump sigue siendo central. La campaña de Trump, que había planeado capitalizar las debilidades percibidas de Biden, deberá reajustarse para enfrentar a Harris, quien podría atraer a votantes con una combinación de retórica contundente y un perfil más joven y enérgico.
La próxima gran cita en Estados Unidos será la Convención Nacional Demócrata en agosto, donde se espera que Harris sea formalmente nominada como la candidata del partido. Mientras tanto, la vicepresidenta continuará su campaña, buscando consolidar apoyos y preparar el terreno para una contienda que promete ser una de las más disputadas y significativas de la historia reciente de Estados Unidos. La capacidad de Harris para unir al partido y atraer votantes será determinante en una elección que ya ha dado un giro dramático y que seguirá siendo objeto de atención mundial en los próximos meses.