24 de junio de 2024 - 09:49 Por Sarai Avila El presidente ruso Vladimir Putin ha realizado una visita histórica a Corea del Norte, marcando su primera visita de estado a la nación aislada desde el año 2000. Esta visita se produjo mientras Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un se preparan para firmar un tratado de asociación estratégica, lo que ha generado preocupaciones significativas en las naciones occidentales.
Putin tuvo una recepción histórica
Las calles de Pyongyang estaban adornadas con banderas rusas y carteles de Putin, subrayando la importancia de esta rara visita extranjera. Desde que lanzó la invasión de Ucrania en 2022, los viajes internacionales de Putin han sido limitados, haciendo de esta reunión con Kim un momento crucial. Para Kim, esta fue la primera vez que recibió a un líder mundial desde que comenzó la pandemia de COVID-19, lo que resalta la importancia estratégica de la visita.
Yuri Ushakov, asistente de Putin, describió la agenda como "muy agitada", con ambos líderes planeando finalizar un nuevo acuerdo de asociación estratégica. Ushakov insistió en que el acuerdo no tiene la intención de provocar o dirigirse contra otros países, sino que pretende garantizar una mayor estabilidad en el noreste de Asia. El nuevo tratado reemplazará acuerdos anteriores firmados en 1961, 2000 y 2001.
La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos y Corea del Sur, ha expresado su preocupación por el posible apoyo militar de Corea del Norte a Rusia. Informes sugieren que Corea del Norte ha estado suministrando ayuda militar sustancial a los esfuerzos bélicos de Rusia en Ucrania, aunque ambas naciones niegan estas acusaciones.
Las claves de la visita
Esta visita responde al viaje de Kim a Rusia el pasado septiembre de 2023, donde recorrió instalaciones militares y participó en conversaciones de alto nivel. Las crecientes tensiones en la península de Corea y la retórica cada vez más agresiva de Corea del Norte han generado alarma sobre las intenciones detrás de esta renovada alianza.
Durante la visita, ambos líderes se han comprometido a apoyarse mutuamente contra amenazas externas. En su mensaje a Putin en el Día Nacional de Rusia, Kim enfatizó los "vínculos significativos y la estrecha camaradería" entre sus naciones. Putin, por su parte, agradeció a Corea del Norte por su apoyo inquebrantable en el conflicto de Ucrania y afirmando su disposición mutua para contrarrestar las ambiciones occidentales.
La firma del tratado de asociación estratégica integral subraya la profundización de los lazos entre Moscú y Pyongyang. Putin destacó que el acuerdo incluye asistencia mutua en caso de agresión, marcando un cambio significativo en el panorama geopolítico de la región Asia-Pacífico. Este desarrollo plantea un desafío directo a las estrategias delineadas por la OTAN y Estados Unidos para la región.
El nuevo tratado tiene como objetivo adaptarse al contexto geopolítico cambiante tras la invasión rusa de Ucrania, con ambos países buscando desarrollar mecanismos alternativos de comercio y finanzas fuera del control occidental. Este movimiento forma parte de una estrategia más amplia para resistir las sanciones unilaterales occidentales y promover un orden internacional más flexible
Estados Unidos, en alerta
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, señaló que la visita de Putin a Corea del Norte destaca la desesperación de Rusia por asegurar apoyo para su guerra en Ucrania. La creciente cooperación entre Moscú y Pyongyang, particularmente en dominios militares, plantea una amenaza significativa a la estabilidad regional y la seguridad global.
Mientras la comunidad internacional observa de cerca, las implicaciones de esta nueva alianza entre Rusia y Corea del Norte son profundas. El tratado no solo impacta el conflicto en Ucrania, sino que también remodela la arquitectura de seguridad en el noreste de Asia, desafiando el orden global existente. El suministro de artillería y misiles de Corea del Norte a Rusia, supuestamente a cambio de transferencias tecnológicas y ayuda económica, complica aún más la dinámica internacional. Estos intercambios violan potencialmente las sanciones de las Naciones Unidas impuestas a Corea del Norte para frenar sus programas nuclear y de misiles.