30 de julio de 2023 - 12:04 Por Damian Szvalb Vladimir Putin encabezó días atrás la segunda cumbre Rusia-África, en San Petersburgo. Al abrir la cumbre, Putin prometió enviar gratis hasta 50.000 toneladas de granos a seis países africanos. Durante su discurso de inauguración, Putin dijo que "en los próximos meses seremos capaces de garantizar envíos gratuitos de 25.000 a 50.000 toneladas de granos a Burkina Faso, Zimbabue, Malí, Somalia, República Centroafricana y Eritrea". La misión de Putin es evitar mostrarse aislado de la comunidad internacional y, además, aparecer como benefactor de países necesitados.
La medida sobre la gratuidad de granos se da luego de que varios líderes de la Unión Africana cuestionaran la medida de Putin de cancelar el pacto de granos con Ucrania, días atrás. En una cumbre con la Unión Europea, Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la entidad, lamentó la retirada de Rusia del acuerdo para la exportación de cereal ucraniano por el mar Negro.
“Lamento la suspensión de la Iniciativa del Grano del Mar Negro de la cual la Unión Africana había sido una de las primeras defensoras. Insto a las partes a resolver cualquier problema para reanudar el paso seguro continuado de granos y fertilizantes desde Ucrania y Rusia a donde sea necesario, particularmente en África”, había dicho Mahamat.
Tierra clave de influencia rusa
África es uno de los bastiones de Putin, especialmente en momentos de aislamiento internacional por su incursión en Ucrania. Las tropas rusas son el sostén de muchos gobiernos dictatoriales o autocráticos de África. De hecho, el cuestionado grupo Wagner es la principal herramienta de Putin en este continente.
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Putin busca en África el protagonismo que jamás podrá recuperar en otras partes del mundo
En el marco de la cumbre, Putin también confirmó el envío de armas a 40 países africanos. Vale decir, que muchos de estos gobernantes se encuentran librando combates contra distintos tipos de conflictos internos, como enfrentamientos civiles o bien combates con milicias internas. En este sentido, Putin aseguró que “con el fin de fortalecer la capacidad defensiva de los países del continente estamos desarrollando la cooperación en los ámbitos militar y técnico-militar”. Destacó que parte de los suministros de armas a esos países se realizan de manera gratuita, ya que el objetivo final es garantizar su seguridad y soberanía.
La invasión a Ucrania
Los líderes africanos se manejan con cautela respecto de la guerra. Por un lado, poco espacio queda para no esgrimir algún tipo de condena. Por otro, Rusia es uno de los principales socios de muchos de ellos. En ese marco, al finalizar la cumbre solicitaron a Putin un alto al fuego en su ofensiva sobre Ucrania. No necesariamente por solidaridad con Ucrania. Los países presentes en la cumbre destacaron que la seguridad alimentaria de sus propios pueblos depende en gran medida del cese de las hostilidades iniciadas por Moscú.
"Debemos lograr un alto al fuego (en Ucrania), ya que la guerra siempre es algo imprevisible. Cuanto más dure, más imprevisible se vuelve. Putin demostró que está dispuesto a dialogar", dijo el presidente de Comoras, Azali Assoumani, también presidente de turno de la UA.
África presentó a ambas partes en el conflicto un plan de diez puntos para alcanzar la paz. "Nosotros actuamos en calidad de mediadores. Hablaremos con ambos bandos. Espero que logremos resultados positivos", dijo Assoumani. El plan africano tiene buenas intenciones, pero parece difícil que alcance un resultado exitoso. Zelenski condicionó todo tipo de negociación a la retirada de todas las tropas rusas de Ucrania. El plan incluye, entre otros aspectos, el arreglo pacífico del conflicto, una desescalada de las hostilidades, garantías de seguridad para ambos bandos y el respeto de la soberanía, según la carta de la ONU.
Mensaje a la comunidad internacional
Así como solicitaron a Putin detener el fuego en Ucrania, los líderes africanos también expresaron un mensaje recibido con beneplácito por Rusia. En la declaración final se condenó "el nacionalismo agresivo, el neonazismo y el neofascismo”, al igual que la "afrofobia y la rusofobia”. También se incluyó una condena a las sanciones unilaterales ejecutadas por Occidente, así como el "chantaje” a terceros países para que se sumen a esas medidas.
Pero hubo más. África abogó por una idea que tanto Rusia como China vienen expresando desde hace bastante, cada vez con mayor fuerza. La necesidad de contar con un mundo multipolar. Los africanos enfatizaron su compromiso para contribuir a un nuevo orden mundial “justo, democrático y multipolar".
Putin aseguró que África es un nuevo centro de poder. “Vemos que el continente africano se convierte en un nuevo centro de poder. Su papel político y también económico aumenta en progresión geométrica. Y todos tendrán que tener en cuenta esta realidad objetiva”, afirmó el líder ruso. Cuesta creer que un continente tan postergado y con tantos problemas internos se configure como un nuevo centro de poder. Lo que sí queda claro es que en la estrategia geopolítica de Putin es una pieza determinante.
