12 de noviembre de 2024 - 14:57 Por Fiamma Tognoli La reciente reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos trae consigo desafíos estratégicos para Taiwán, que sigue bajo intensa presión militar de China y ahora enfrenta un posible cambio en el apoyo militar estadounidense. Mientras China intensifica sus incursiones en el Estrecho de Taiwán, la isla responde reforzando su capacidad defensiva y restringiendo exportaciones tecnológicas avanzadas a Beijing en línea con las políticas estadounidenses.
Incremento de la actividad militar china en el Estrecho de Taiwán
El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán informó recientemente que 13 aviones y seis buques del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China operaron cerca de la isla, con ocho de esos aviones cruzando la línea media del Estrecho de Taiwán hacia su zona de identificación de defensa aérea (ADIZ). En respuesta, Taiwán desplegó aviones, buques de guerra y sistemas de misiles costeros para monitorear la actividad del EPL. Este tipo de incursiones se ha vuelto frecuente, ya que, solo en noviembre, Taiwán rastreó un total de 121 aviones y 39 buques chinos en sus aguas circundantes.
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Taiwan refuerza su seguridad ante la amenaza de China. ¿Qué hará Trump?
A medida que la actividad militar china aumenta, Taiwán ha fortalecido su sistema de defensa con un paquete de armas de 2.000 millones de dólares aprobado por EE. UU. Este incluye el sistema de defensa aérea NASAMS y el sistema de cohetes HIMARS, ambos diseñados para mejorar la capacidad de defensa de mediano y largo alcance de la isla. Sin embargo, bajo el nuevo mandato de Trump, es probable que Washington condicione el respaldo militar a un mayor gasto de defensa de Taiwán, que el presidente estadounidense ha sugerido anteriormente debería aumentar al 10% de su PIB.
En el sector tecnológico, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el principal fabricante de semiconductores del mundo, anunció que suspenderá la producción de sus chips de inteligencia artificial (IA) más avanzados para China. Esta medida, que responde a los deseos de Estados Unidos, establece que cualquier futuro suministro de chips avanzados a clientes chinos deberá ser aprobado por las autoridades estadounidenses. El sector de semiconductores es crítico tanto para la economía de Taiwán como para los intereses de seguridad nacional de EE. UU., que considera a la IA un área de sensibilidad estratégica.
China se prepara para responder a la nueva administración de Trump
China estará atenta a los movimientos de la nueva administración de Trump, especialmente en lo que se refiere a posibles cambios en las relaciones comerciales y en la política de Taiwán. Trump ya había impuesto aranceles a productos chinos durante su primer mandato y, en esta nueva etapa, ha mencionado que podría incrementarlos hasta un 60%, buscando proteger la industria estadounidense y disminuir la competitividad de China en su mercado. Beijing ha advertido que respondería a un aumento de tarifas con medidas más contundentes, como devaluaciones de la moneda, restricciones a empresas estadounidenses, y sanciones económicas a sectores estratégicos.
Taiwán enfrenta un panorama complejo con el regreso de Trump y la continua presión de China. La isla ha reforzado su postura defensiva mediante la adquisición de sistemas avanzados de defensa y ha ajustado su estrategia tecnológica para alinearse con las restricciones estadounidenses hacia Beijing, medidas que buscan fortalecer su estabilidad en un contexto de tensiones cada vez mayores en la región del Indo-Pacífico.