22 de noviembre de 2024 - 16:48 Por Sarai Avila Este año, la Cumbre de Líderes del G20 se celebró en Río de Janeiro, Brasil, los días 18 y 19 de noviembre bajo la presidencia rotativa de Luiz Inácio Lula da Silva. El G20 es un foro internacional que reúne anualmente a los líderes de las principales economías del mundo, incluidos 19 países y dos organismos regionales: la Unión Europea y, desde 2024, la Unión Africana. Representa el 85% del PIB mundial y aborda temas clave como economía, gobernanza global, sostenibilidad y lucha contra el hambre y la pobreza.
Participación de Argentina y el enfoque de Milei
El presidente argentino, Javier Milei, asistió junto con una nutrida delegación que incluyó a figuras como Karina Milei, Luis Caputo y Gerardo Werthein. Durante la cumbre, Milei reafirmó su postura liberal, argumentando que la solución a problemas como el hambre y la pobreza radica en reducir la intervención estatal y fortalecer el libre mercado. En su discurso, declaró que "El capitalismo de libre mercado ya sacó de la pobreza extrema al 90% de la población global".
Milei se destacó por su adhesión a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, liderada por Brasil, pese a sus diferencias ideológicas. Esta iniciativa busca erradicar estas problemáticas para 2030 a través de políticas públicas, financiamiento internacional y cooperación tecnológica. Sin embargo, Argentina incluyó una reserva en el acuerdo, dejando claro su enfoque orientado al mercado y rechazando políticas socialistas que, según Milei, “provocan subdesarrollo insostenible”. El economista, en la declaración final del G20, aunque expresó discrepancias con temas como la Agenda 2030, el cambio climático y la regulación de redes sociales, reafirmando su visión de limitar el rol estatal. Además, su presencia fue percibida como un puente hacia la futura administración de Donald Trump, dado el alineamiento ideológico entre ambos.
La participación de Argentina en esta cumbre marcó un balance entre la integración multilateral y la defensa de un modelo económico liberal. Milei, aunque distanciado de los enfoques predominantes, apostó por mantener la presencia de Argentina en iniciativas globales clave, destacando su enfoque de cooperación comercial y desarrollo económico basado en el libre mercado.
Encuentros bilaterales y tensiones
Uno de los puntos más destacados de la participación de Javier Milei en el G20 fue su reunión con el presidente de China, Xi Jinping, un encuentro que marcó un giro pragmático respecto a su retórica de campaña. Durante la carrera presidencial, Milei había asegurado que “no haría negocios con comunistas”, incluyendo a China, por considerarlo incompatible con su defensa de la libertad y la democracia. Sin embargo, en Río de Janeiro, Milei estrechó la mano de Xi, lo invitó a visitar Buenos Aires y reafirmó los vínculos comerciales y financieros entre ambos países, especialmente el acuerdo de “swap” de monedas, clave para estabilizar las reservas del Banco Central argentino. El cambio de postura fue evidente en el tono amistoso del comunicado oficial argentino, que destacó el interés mutuo por fortalecer las relaciones bilaterales. Desde la Cancillería china, se elogió la apertura de Milei para profundizar la cooperación, un gesto que contrasta con su discurso previo y subraya la importancia de la relación con el segundo socio comercial de Argentina. Este giro diplomático refleja un enfoque pragmático ante las necesidades económicas de Argentina, aún en tensión con su discurso ideológico.
La participación del Jefe de Estado argentino también estuvo marcada por un fuerte enfrentamiento verbal con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, un choque que refleja la tensión persistente entre ambos líderes. Petro criticó abiertamente el enfoque individualista promovido por Milei, afirmando que “la humanidad avanza ayudándose a sí misma, no compitiendo como átomos aislados”. Según Petro, este intercambio ocurrió durante las sesiones del G20 y señaló que la delegación argentina habría ocultado los videos de la discusión, algo que calificó como un intento de evitar el escrutinio público.
Este enfrentamiento no es un hecho aislado; desde el inicio de la gestión de Milei, ambos mandatarios han protagonizado roces en diversos foros internacionales. Petro, quien se identifica con una visión progresista y de integración regional, ha acusado a Milei de "destruir" los esfuerzos de cooperación en América Latina. Por su parte, el argentino ha tildado al colombiano de “plaga letal”, reflejando las profundas diferencias ideológicas entre ambos. Este último cruce en el G20 evidencia cómo las visiones opuestas sobre gobernanza y desarrollo económico pueden escalar a tensiones diplomáticas que trascienden los foros internacionales.