10 de mayo de 2022 - 10:46 Por Uriel Salamon Rusia juega con fuego, por el bien del planeta, esperemos que ese fuego sea solo dialéctico y mediático y no nuclear como ha amenazado más de una vez desde el inicio del conflicto con Ucrania. No es un dato menor si se tiene en cuenta según datos estimados, Rusia tendría 5.977 ojivas nucleares, los dispositivos que desencadenan una explosión nuclear, de las cuales unas 4.500 son consideradas armas nucleares estratégicas, que generalmente se asocian con la guerra nuclear, que pueden ser dirigidas a largas distancias.
Ya a los pocos días de iniciado en conflicto en Ucrania, cuando los resultados militares no eran los que suponía Vladimir Putin, que aspiraba llegar a Kiev en días, la primera amenaza velada se dio cuando el presidente ruso decidió comunicar que ponía a los fuerzas de disuasión nuclear en estado de alerta. ¿Qué pretendía decir? ¿Volvíamos por un momento en el tiempo a la guerra fría(1945-1990), al estado de crisis cuando la URSS instaló misiles en la Cuba de Fidel Castro de 1962 o el famoso botón con el que se aterrorizó un par de generaciones desde el cine y la tv?
Afortunadamente, en ese momento todo quedó en dichos, pero la tranquilidad dialéctica se volvió a alterar estos días, cuando en el desfile del día de la Victoria, el 9 de mayo en el cual, la Federación Rusa y antes la URSS, celebra la victoria sobre los nazis en la II guerra mundial y sacan a la calle a desfilar sus tropas y mostrar sus " juguetes", aparecieron los temibles RS-24 Yars -que, según los expertos, puede transportar hasta 10 ojivas y que puede desplazarse hasta 24.500 km por hora y es capaz de alcanzar objetivos a 12.000 km de distancia, lo que significa que podría alcanzar Londres o Nueva York en minutos.
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Misiles Termonucleares desfilando en Rusia
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Como si eso fuera poco, un funcionario que es muy cercano a Vladimir Putin, como lo es Dimitri Rogozin, titular de la agencia espacial de Rusia, Roscosmos, la equivalente a la NASA de EEUU, agitó nuevamente el fantasma de la guerra nuclear al opinar en su canal de Telegram que en caso de necesitar la utilización de este tipo de armas, la OTAN no duraría no media hora. Si bien luego bajó el tono de las declaraciones, opinando que no sería bueno para el planeta, lo cierto que quien tiene mucho experiencia en el tema, ya que fue Viceprimer ministro de Defensa e Industria Espacial, Embajador ante la OTAN y representante del gobierno para los asuntos asociados a la defensa antimisiles, dejó nuevamente expuesta la bandera de la amenaza nuclear.