23 de octubre de 2023 - 11:21 Por Sarai Avila El martes 10 de octubre, el hospital Al Ahli en la Franja de Gaza fue derrumbado por una explosión, provocando la muerte de aproximadamente 500 personas y más de 300 heridos. Las autoridades de la Franja acusaron a Israel de ser el culpable del ataque mientras que el Estado israelí acusó a la Yihad Islámica de haber lanzado el cohete que impactó en el complejo hospitalario. El hospital funcionaba como lugar seguro, y más de 5000 personas se habían refugiado allí desde el comienzo de la guerra el día sábado.
La tragedia se produjo un día antes de la visita del presidente estadounidense, Joe Biden, a Israel y mientras Estados Unidos negociaba con Israel la entrega de suministros, grupos de ayuda y hospitales. Al aterrizar en la tierra que gobierna Netanyahu, Biden declaró que “parece que fue obra del otro grupo, y no de ustedes”, luego de respaldar la versión que atribuye a la Yihad la culpabilidad de la matanza. Luego agregó que Estados Unidos continuará trabajando con ustedes y nuestros socios a través de la región para evitar más tragedias de civiles inocentes". El Jefe de Estado subrayó que "Hamas no representa a todos los palestinos" y lamentó la explosión del hospital que involucró la pérdida de centenares de víctimas.
Desde Israel declaron que la evolución no tiene las características que los misiles o bombas que ellos utilizan no tienen esos efectos. Las Fuerzas Armadas israelíes manifestaron que “según un análisis de los sistemas operacionales de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) varios cohetes en dirección a Israel volaban cerca del hospital cuando fue sacudido. Según la información de inteligencia de varias fuentes que tenemos, la organización terrorista Yihad Islámica es la responsable del cohete fallido que alcanzó el hospital".
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El Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, tuiteó que “el mundo entero debe saberlo. Fueron unos terroristas bárbaros los que atacaron el hospital de Gaza, no las IDF. Aquellos que asesinaron brutalmente a nuestros niños también asesinan a los suyos propios”.
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El presidente de Israel, Isaac Herzog, escribió en X (en Twitter): “un misil de la Jihad Islámica ha matado a muchos palestinos en un hospital de Gaza, un lugar donde se deberían salvar vidas. Vergüenza para los medios de comunicación que se tragan las mentiras de Hamás y la Jihad Islámica, difundiendo un libelo de sangre del siglo XXI en todo el mundo. Vergüenza para los viles terroristas de Gaza que intencionalmente derraman la sangre de inocentes. Nunca antes la elección había sido más clara. Israel se enfrenta a un enemigo hecho de pura maldad. Si defiendes a la humanidad, al valor de toda vida humana, apoyas a Israel”.
Por su parte, la Yihad Islámica afirmó que el gobierno de Benjamin Netanyahu inventa mentiras y está tratando de evadir su responsabilidad por la brutal masacre que cometió al bombardear. La Yihad Islámica no utiliza lugares de culto o instalaciones públicas, especialmente hospitales, como puestos militares para almacenar armas o lanzar misiles”. Hamas añadió que “el hecho que el presidente Joe Biden haya adoptado completamente la narrativa de la ocupación, especialmente en lo referente al Hospital Bautista, solo confirma que el Gobierno estadounidense está ciegamente sesgado a favor de la ocupación y es un cómplice directo y un apoyo a Israel en esta masacre”.
Desde la ONU, Tor Wenn Land comunicó que “el riesgo de que el conflicto entre Israel y Hamás se expanda más allá de la Franja de Gaza es muy real y extremadamente peligroso”, situación que se evidenció tras los anuncios de Israel en lo que responsabilizaba a los palestina por el ataque al hospital: miles de personas a lo largo de Medio Oriente se manifestaron a través de protestas callejeras. Los principales lugares donde eso ocurrió fueron las regiones del Líbano, Jordania, Saná, Marruecos, Turquía y Túnez. Autoridades como el Rey Abdala, Abdelfatah al Sisi y Abbas culpan a Israel por la muertes y cancelaron el encuentro pactado con el Presidente Biden.
