15 de enero de 2024 - 20:30 Por Damian Szvalb Israel negó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) las acusaciones de comisión de genocidio contra la población palestina durante la guerra contra Hamás en Gaza. Según el gobierno de Netanyahu, se trata de una "distorsión grosera" de la realidad y un esfuerzo implícito para privar al país de su "derecho a la autodefensa". La denuncia la había hecho hace algunas semanas Sudáfrica.
El país africano había argumentado que Tel Aviv mantiene un “patrón de conducta genocida” como “política estatal”. Sudáfrica exigió el “fin de las operaciones militares” en Gaza. En el escrito presentado ante la CIJ, Sudáfrica afirmó que los "actos y omisiones de Israel son de carácter genocida, ya que van acompañados de la intención específica requerida (…) de destruir a los palestinos de Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico más amplio de los palestinos".
El asesor legal del Ministerio de Exteriores de Israel, Tal Becker, responsabilizó por completo a Hamás y al resto de las milicias palestinas por la situación actual. "Si han ocurrido actos de genocidio, han sido perpetrados contra Israel", dijo. Becker también aclaró que Israel ha actuado siempre de conformidad con la ley "a pesar del desprecio absoluto sobre el derecho Internacional exhibido por Hamás", una organización que es la única responsable del "atroz sufrimiento" de los civiles palestinos e israelíes.
Becker también denunció a Hamás por su "aberrante método bélico" que "ha insertado de manera sistemática e ilegal en colegios, mezquitas y hospitales". En resumen, el asesor israelí ha esgrimido que la acusación de Sudáfrica carece de la base fundamental que caracteriza al delito de genocidio, esto es, "la intención de destruir a un pueblo en parte o en su totalidad".
Previamente a presentar la denuncia, Sudáfrica ya había roto relaciones diplomáticas con Israel por su accionar en Gaza. Cabe destacar que se trata del país africano con mayor población israelí. Según su gobierno, "la conducta de Israel a través de sus órganos estatales, agentes estatales y otras personas y entidades que actúan bajo sus instrucciones o bajo su dirección, control o influencia, en relación con los palestinos en Gaza, viola sus obligaciones bajo la Convención de Genocidio".
En este sentido, otro de los letrados de Israel, Christopher Staker, consideró que “esta petición es, honestamente, asombrosa” y explicó que “un Estado que no es parte en el conflicto presenta una solicitud de medidas cautelares que requieren la suspensión unilateral de las operaciones militares por parte de una sola parte en el conflicto, dejando a la otra parte en libertad de continuar los ataques”.
Por su parte, Malcolm Shaw, también parte de la representación legal israelí, aseguró que no existen pruebas que ameriten una acusación de genocidio. Shaw pidió ser cuidadosos con la calificación de genocidio. "Si las acusaciones de genocidio se convierten en moneda común, la esencia de este crimen acabaría perdiéndose", completó.
Por último, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, acusó a Sudáfrica de violar la Convención sobre Genocidio al apoyar a la "organización terrorista" Hamás, ya que busca "la eliminación del Estado de Israel". "Cuando se trata de Israel, parece que los dobles raseros de algunos países del mundo gritan hasta el cielo. No hay fundamento para las reclamaciones de Sudáfrica contra Israel", afirmó Katz en un comunicado tras finalizar la primera audiencia