6 de diciembre de 2023 - 15:22 Por Sarai Avila El miércoles 22 de octubre, los gobiernos de Gaza e Israel acordaron una tregua que contemplaba el intercambio de un rehén israelí por cada tres prisioneros palestinos. Además, el acuerdo incluía la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Benjamin Netanyahu, el Primer Ministro israelí, declaró al respecto: "El pacto con Hamás, el mayor hito diplomático del conflicto, no implica el cese definitivo de los ataques. Estamos en guerra y continuaremos la guerra hasta que logremos todos nuestros objetivos. Destruir a Hamás, devolver a todos nuestros rehenes y garantizar que nadie en Gaza pueda amenazar a Israel".
Inicialmente, la tregua estaba pactada por cuatro días desde el viernes 24. Sin embargo, Majid al Ansari, portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, anunció que "las partes palestina e israelí han llegado a un acuerdo para extender la tregua humanitaria en la Franja de Gaza por un día más (jueves 30) bajo las mismas condiciones anteriores". Se calcula que Israel y Hamas llevaron a cabo siete intercambios, liberando a 97 rehenes (incluidos 9 argentinos) de las 240 personas que se estima que Hamas había secuestrado, y 240 prisioneros palestinos por parte de Israel.
Mientras transcurría el escenario de alto el fuego, el jefe humanitario de Naciones Unidas, Martin Griffiths, viajó el miércoles 29 a Amán para participar en negociaciones con el objetivo de abrir el paso fronterizo de Kerem Shalom entre Israel y Gaza, con el fin de incrementar la ayuda que ingresa a la franja palestina. Griffiths señaló: "Desde el principio hemos dicho que necesitamos más de un paso", ya que desde el inicio de la guerra, Israel permite la entrada de ayuda humanitaria en Gaza únicamente a través del paso de Rafah, en la frontera entre la franja y Egipto. Tor Wenn Island, el coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, proclamó que "la situación humanitaria en Gaza sigue siendo catastrófica y requiere la entrada urgente de ayuda y suministros adicionales de manera fluida, predecible y continua para aliviar el sufrimiento insoportable de los palestinos de Gaza”.
Mark Regev, asesor principal del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, dijo que desde Israel "todos los días acordamos una extensión para la liberación de 10 rehenes, 10 rehenes vivos. Si Hamas continúa liberando rehenes, 10 por día, ampliaremos la retención, la pausa", y añadió que "si Hamas no cumple las condiciones de la prórroga, que es liberar a 10 israelíes, entonces, por supuesto, los combates pueden reanudarse".
El viernes 1 de diciembre, el alto al fuego de Israel y Hamas expiró. Desde entonces, los ataques por tierra y suelo se incrementaron: helicópteros de combates, drones, proyectiles, tanques son una realidad. Además Israel prohibió hasta nuevo aviso la entrada de ayuda humanitaria. El portavoz del gobierno de Israel, Eylon Levy, dijo que el ejército había atacado más de 400 objetivos durante el fin de semana "incluidos extensos ataques aéreos en el área de Khan Younis" y también había matado a militantes de Hamás y destruido su infraestructura”.
El motivo por el que Israel y Hamas terminaron la tregua es que ambas partes se acusan de romper el pacto. Según el Ejército israelí, Hamás habría violado los términos de la tregua tras disparar contra territorio israeli. Los adversarios, por su parte, acusan a Israel por no permitir la entrada de combustible al norte de la Franja de Gaza, algo que también supondría una violación del acuerdo.