3 de octubre de 2024 - 19:53 Por Sarai Avila Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, que se celebrarán el martes 5 de noviembre, marcan una contienda crucial entre dos figuras ya conocidas en la arena política: la vicepresidenta Kamala Harris, del Partido Demócrata, y el expresidente Donald Trump, por el Partido Republicano. A medida que la nación se prepara para definir su próximo líder, las propuestas y posturas de ambos candidatos revelan dos visiones contrastantes para el futuro del país.
¿Qué está en juego?
Estas elecciones no sólo decidirán el próximo presidente, sino que también definirán el rumbo económico, social y político de los Estados Unidos en medio de desafíos globales y nacionales. La crisis económica post pandémica, los debates sobre la inmigración, el cambio climático y la posición de EE. UU. en la política exterior son algunos de los temas que más preocupan a los votantes. Al ser una elección indirecta, los votantes elegirán a los compromisarios del Colegio Electoral, quienes finalmente seleccionarán al presidente y vicepresidente. Además de la presidencia, en estas elecciones se elegirán 33 senadores y la totalidad de la Cámara de Representantes, lo que podría reconfigurar el equilibrio de poder en el Congreso, impactando la capacidad de gobernar del próximo presidente.
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El mundo está expectante de lo que pasé el 5 de novuiembre en Estados Unidos.
Propuestas de los candidatos
Kamala Harris ha centrado su campaña en continuar y ampliar las políticas progresistas implementadas bajo la administración de Biden. Sus principales propuestas incluyen:
- Economía: reducir los costos de alimentos y viviendas para las familias trabajadoras, prohibir la especulación con los precios de los alimentos y apoyar a quienes compran una vivienda por primera vez. También quiere impulsar la oferta de viviendas y extender créditos fiscales para familias con hijos.
- Aborto: Uno de los temas más destacados de su campaña es la defensa del derecho al aborto. Harris ha propuesto consagrar el derecho a la interrupción del embarazo a nivel nacional, una respuesta directa al fallo de la Corte Suprema que anuló Roe v. Wade en 2022.
- Inmigración: Harris aboga por un enfoque más humano a la crisis fronteriza. Ha trabajado en inversiones regionales para mitigar las causas fundamentales de la migración, aunque ha sido criticada por la derecha por no manejar adecuadamente el incremento en los cruces fronterizos. Durante la campaña, ha endurecido su postura, destacando su experiencia como fiscal para enfrentarse a los traficantes de personas.
- Clima: Kamala ha defendido el uso de energías renovables y la reducción de emisiones, aunque abandonó su oposición al fracking, lo que ha generado críticas de algunos sectores ambientalistas.
Por su parte, Donald Trump ha vuelto con una campaña centrada en un mensaje populista, similar al de sus anteriores candidaturas, con propuestas que resuenan con su base conservadora:
- Economía: ha prometido acabar con la inflación y restaurar la asequibilidad en EE. UU., asegurando que el alto costo de la vida es culpa de las políticas demócratas. Una de sus propuestas más ambiciosas es reducir las tasas de interés, aunque esto es algo fuera del control directo del presidente. También ha prometido deportar a inmigrantes indocumentados para aliviar la presión sobre el mercado de la vivienda.
- Inmigración: su plan incluye la finalización del muro fronterizo y un aumento de la seguridad, junto con la mayor deportación masiva de inmigrantes en la historia del país, un tema que ha sido objeto de fuerte crítica por parte de expertos en derecho internacional.
- Comercio: Trump ha hecho de los aranceles un pilar de su campaña, proponiendo nuevos impuestos del 10 al 20% sobre la mayoría de productos extranjeros, especialmente los provenientes de China. Según sus oponentes, esto podría repercutir negativamente en las familias trabajadoras, incrementando los costos.
- Cuidado de la salud: el magnate se ha mostrado ambivalente en su postura sobre la Ley de Atención Médica Asequible, una de las piedras angulares de la administración de Obama. Mientras tanto, ha prometido abordar temas como la fertilidad con tratamientos financiados por el Estado.
El debate vicepresidencial: Walz vs. Vance
A diferencia de los debates presidenciales, el debate entre los candidatos a la vicepresidencia, Tim Walz y JD Vance, fue más moderado y civilizado. A lo largo de 90 minutos, ambos expusieron sus posturas sobre temas clave como la inmigración, el aborto y la economía, pero fue evidente que el centro de atención no eran ellos, sino los candidatos a presidente. Ambos candidatos lograron presentarse como figuras razonables y capaces de asumir la presidencia si fuera necesario, aunque las encuestas indicaron que la audiencia se inclinó ligeramente hacia Vance, quien fue percibido como el ganador del debate por un 42% de los espectadores.
JD Vance, el candidato republicano, logró mostrar una cara más refinada y racional del populismo conservador que ha caracterizado a Donald Trump. Si bien fue firme en su defensa de las políticas de su compañero de fórmula, también mostró un enfoque más educado y diplomático, lo que lo benefició en términos de percepción pública. Por su parte, Tim Walz tuvo un desempeño irregular al inicio del debate, especialmente en cuestiones de política exterior, un área en la que mostró debilidad. Sin embargo, mejoró significativamente cuando el tema pasó a la inmigración y el aborto, dos de los temas más importantes para los votantes demócratas.
Lo que está por venir
La recta final hacia las elecciones está marcada por una creciente polarización y el desafío de movilizar a los votantes en un país profundamente dividido. Mientras Harris trata de consolidar su imagen como una líder con experiencia y empatía, Trump, a pesar de las controversias que lo rodean, se presenta como el candidato del cambio y la recuperación económica. Las últimas encuestas muestran el cambiante, reñido y complejo panorama político (podes ver como se actualizan los resultados aquí)