7 de abril de 2024 - 13:02 Por Sarai Avila Desde el 12 de marzo las tensiones entre Argentina y Venezuela se incrementaron, cuando la Cancillería argentina declaró estar preparando una protesta formal ante las Naciones Unidas por prohibir que todos los vuelos de Aerolíneas Argentinas, o con matrícula nacional, crucen el espacio aéreo de Venezuela.
Maduro justificó esta decisión explicando que Venezuela lanzó esta prohibición debido a que la administración de Javier Milei entregó a la justicia de los Estados Unidos el Boeing 747 de Emtrasur Cargo que era controlado por el régimen fundamentalista de Irán. Sin embargo, el Boeing 747 fue entregado por la Argentina a la justicia de Estados Unidos porque violaba normas internacionales y estaba tripulado por pilotos que pertenecían a la principal fuerza terrorista de Irán.
La respuesta de Argentina
Frente a esa situación, el presidente argentino ordenó que no haya embajador en Caracas y ordenó a la Cancillería que avance contra el régimen de Nicolás Maduro para lograr que las aerolíneas puedan realizar sus rutas aéreas sin mayores inconvenientes.
Una relación cada vez más complicada
Las relaciones diplomáticas entre ambos países se tornaron más hostiles cuando el gobierno argentino permitió que miembros que integran el partido Vente Venezuela se refugiaran en la embajada argentina en Caracas. Los opositores refugiados son Magalí Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos, Pedro Urruchurtu y Omar González, cercanos a la derechista María Corina Machado, todos perseguidos por la justicia venezolana.
Ante esta situación, el pasado 26 de marzo, la Cancillería argentina se quedó sin energía eléctrica. La oficina del presidente emitió un comunicado en el que declara que “La República Argentina manifiesta su preocupación por el incidente ocurrido ayer, que resultó en la interrupción del suministro eléctrico en la residencia oficial en Caracas, y advierte al gobierno de Venezuela sobre cualquier acción deliberada que ponga en peligro la seguridad de personal diplomático argentino y de los ciudadanos venezolanos bajo protección, recordando la obligación del Estado receptor de salvaguardar las instalaciones de la misión diplomática contra intrusiones o daños y preservar la tranquilidad y dignidad de la misma”. El miércoles 27, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, decidió enviar dos Gendarmes a Venezuela con el fin de custodiar el edificio de la embajada argentina en Caracas.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://twitter.com/OPRArgentina/status/1772740409304682853?s=20&partner=&hide_thread=false
Para exigir al gobierno venezolano que respete las normas de convivencia entre ambos estados, Milei apeló al artículo 22 de la convención de Viena que establece que 1) los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión, 2) el Estado receptor tiene la obligación especial de adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad y 3) los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en ellos, así como los medios de transporte de la misión, no podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución.