26 de junio de 2024 - 18:51 Por Sarai Avila El conflicto territorial entre China y Filipinas en el Mar de China Meridional ha alcanzado nuevos niveles de tensión con recientes enfrentamientos y acusaciones mutuas de agresión. El 20 de junio, Filipinas acusó a la Guardia Costera de China de un "asalto brutal" con armas blancas durante un enfrentamiento en las disputadas islas Spratly.
El lugar del conflicto entre China y Filipinas
Este incidente ocurrió mientras Filipinas intentaba reabastecer a sus soldados en el Second Thomas Shoal, donde un buque de guerra varado de la Segunda Guerra Mundial afirma las reclamaciones territoriales de Manila sobre el atolón.
Las imágenes publicadas por el ejército filipino mostraban a oficiales chinos blandiendo herramientas afiladas y pinchando el bote de goma filipino, lo que Manila calificó como "un acto descarado de agresión". En respuesta, China afirmó que los barcos filipinos transportaban armas de contrabando y chocaron intencionalmente contra las embarcaciones chinas, exacerbando las tensiones en la región.
El episodio
En una conferencia de prensa el 19 de junio, altos funcionarios militares filipinos informaron que los oficiales de la Guardia Costera de China "abordaron ilegalmente" los botes de goma filipinos, "saquearon" siete rifles desmontados, "destruyeron" motores fuera de borda y equipos de comunicación, y se llevaron teléfonos móviles del personal filipino. "Perforaron deliberadamente nuestros botes de goma con cuchillos y otras herramientas puntiagudas", declaró Alfonso Torres Jr., comandante del Comando Occidental de las Fuerzas Armadas de Filipinas.
Este conflicto se enmarca en un contexto histórico de disputas territoriales en el Mar de China Meridional, donde varios países, incluidos China, Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi, reivindican partes de las islas Paracel y Spratly. Estas islas no están habitadas permanentemente pero son de gran importancia estratégica y económica debido a sus ricos recursos y su ubicación en una ruta comercial crucial. La situación se complicó aún más con la entrada en vigor de una nueva ley china que autoriza a su guardia costera a incautar barcos extranjeros y detener a sus tripulaciones hasta por 60 días sin juicio, elevando el riesgo de enfrentamientos directos con otros países de la región y sus aliados, especialmente Estados Unidos.
En 2016, un tribunal internacional de La Haya falló a favor de Filipinas en una disputa marítima histórica, concluyendo que China no tiene base legal para reclamar la mayor parte del Mar de China Meridional. Sin embargo, China ha ignorado este fallo y ha continuado reforzando sus reclamos territoriales mediante acciones cada vez más agresivas.
La comunidad internacional, incluido Estados Unidos, ha expresado su apoyo a Filipinas y ha condenado las acciones de China. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, reafirmó los compromisos de defensa mutua con Filipinas y calificó las acciones de China como desestabilizadoras para la paz regional.
El enfrentamiento más reciente ocurrió el 17 de junio, donde una embarcación china y un buque de suministros filipino chocaron cerca de las islas Spratly, destacando la creciente frecuencia y gravedad de estos incidentes. La Guardia Costera de China acusó a Filipinas de entrar ilegalmente en sus aguas, mientras que Filipinas defendió su derecho a operar en su zona económica exclusiva reconocida internacionalmente. El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., declaró: "no estamos en el negocio de instigar guerras; nuestra gran ambición es brindar una vida pacífica y próspera a todos los filipinos. Este es el son al que marchamos, este es el principio por el que vivimos". Esta declaración resalta la postura de Filipinas de buscar una solución pacífica al conflicto, a pesar de las provocaciones y agresiones recibidas.