7 de junio de 2023 - 13:45 Por Sarai Avila El 29 de mayo, luego del exitoso retorno de los astronautas chinos a bordo del Shenzhou-15, funcionarios asiáticos anunciaron que tienen como objetivo enviar y establecer astronautas en la Luna antes del año 2030 y expandir la estación espacial en órbita del país. La tripulación recién abordada fue enviada a la estación espacial Tiangong el 29 de noviembre, para realizar actividades extra vehiculares, paseos, experimentos y actividades de divulgación. La flota fue la encargada de finalizar la construcción de la estación espacial.
A la tripulación que ha estado en órbita la reemplazó una nueva, que incluye entre los astronautas por primera vez a un civil. Anteriormente todos los taikonautas (término para denominar a los astronautas chinos) han sido partícipes del Ejército Popular de Liberación (EPL), el ala militar del gobernante Partido Comunista del país. Es la quinta misión que la China de Xi Jinping envió a la estación desde 2021 y, si bien la estación espacial fue finalizada, se espera poder expandir.
La primera misión espacial de China se realizó en 2003, convirtiéndose en el tercer país del mundo en lograrlo luego de Estados Unidos y la Unión Soviética (URSS). Cuando China fue excluida de la Estación Espacial Internacional debido a las objeciones de Estados Unidos por los vínculos con el EPL, su ejecución secreta de los planes y los programas espaciales, construyó su propia estación.
Tras el anuncio del 29 de mayo en el que el director de la Agencia China de Vuelos Espaciales Tripulados (CMSA), Lin Xiqiang, realizó el anuncio oficial de los objetivos espaciales, la rivalidad con Estados Unidos aumentó. El país americano tiene como objetivo enviar astronautas al Polo Sur de la Luna antes de 2025, con la ayuda de sectores como SpaceX y Blue Origin, ya que la NASA cree que allí los cráteres permanentemente sombreados están llenos de agua congelada. Declaró también que China esperaba una “mayor colaboración internacional, incluso con los EE.UU.” pese a que la ley estadounidense restringe estrictamente la cooperación entre los programas espaciales de los dos países.
Desde la CMSA se comunicó que en el transcurso de este año, China tendrá tres misiones espaciales: el lanzamiento de mayo, la nave de carga Tianzhou-6 y la segunda nave espacial tripulada Shenzhou-17. El objetivo es mantener Tiangong en funcionamiento y ocupado permanentemente durante al menos una década. Lin Xiqiang exclamó que un programa de dos misiones tripuladas al año es “suficiente para llevar a cabo nuestros objetivos”.
La competencia con Estados Unidos por los logros espaciales, demuestra como los escenarios de disputa van mutando y creciendo: ya no son la influencia diplomática y el poderío militar los temas de polémica. China ha realizado grandes avances en su carrera espacial, llevando adelante misiones tripuladas y la construcción de la estación espacial. Si en 2024 la Estación Espacial Internacional se retira, China poseerá la única estación espacial del mundo. Estados Unidos ha expresado preocupación por el creciente poderío espacial de China y la posibilidad de que esto afecte su “dominio tradicional en el espacio”: Bill Nelson, el administrador de la NASA, exclamó “este es nuestro territorio, quédense fuera”.