20 de abril de 2022 - 01:05 El Presidente argentino Alberto Fernández actúa a veces de forma inesperada y decididamente fuera de timing. El encuentro bilateral con el Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, apuntaban a recomponer las relaciones con un país, que el propio Alberto Fernández había deteriorado cuando en Marzo de 2021, intentando justificar la relación con su Vicepresidenta, Cristina Fernandez de Kirchner, criticó a Lenin Moreno, Presidente en ese entonces de Ecuador, lo que provocó la llamada a consultas del embajador en Buenos Aires.
Previamente a ello, se había manifestado públicamente a favor del triunfo de Andrés Arauz, " delfín" de Rafael Correa para las elecciones de febrero de ese año. La visita de Lasso, implicaba en cierta forma un retorno a una relación totalmente normal, sin embargo, Alberto Fernández, equivocó el paso y convirtió este encuentro en un acercamiento con la Venezuela de Nicolás Maduro.
Más allá de la libertad de los países de establecer o reestablecer relaciones con otros países, dado que a pesar de la histórica afinidad con el Chavismo, Argentina no dispone de un embajador nombrado en Venezuela y viceversa desde 2015. Sin embargo, en un intento de ¿recomponer? el vínculo con su vicepresidenta, más cercana al régimen de Maduro, Alberto Fernández expresó su deseo de recuperar "su vínculo diplomático pleno con Venezuela ya que no va a lograr su normal funcionamiento si la dejan sola, sin embajadores y sin atención"
Hasta esa parte del discurso, se trata de una expresión de deseo sobre la normalización de relaciones con un país vecino, no obstante, se mete en un problema cuando afirma que en Venezuela se han ido disipando los problemas. Dado que la economía venezolana no repunta, suponemos que se refería a las graves denuncias sobre el régimen de Maduro en materia de Derechos Humanos. He aquí la cuestión que generó estupor y malestar en Amnistía Internacional, ONG altamente reconocida por su labor de monitoreo y consulta en esta materia, ya que las expresiones de Alberto Fernández fueron criticadas fuertemente en un carta publicad hoy, firmada por Mariela Belsky, directora ejecutiva regional quien expresó :
"Los crímenes de derecho internacional y las violaciones de derechos humanos, incluidas las detenciones arbitrarias por motivos políticos, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales y el uso excesivo de la fuerza han sido sistemáticas y generalizadas, por lo que podrían constituir crímenes de lesa humanidad". "Los crímenes de derecho internacional y las violaciones de derechos humanos, incluidas las detenciones arbitrarias por motivos políticos, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales y el uso excesivo de la fuerza han sido sistemáticas y generalizadas, por lo que podrían constituir crímenes de lesa humanidad".
La misiva fue además complementada con impactantes datos que corroboran estos datos:
6 millones de venezolanos debieron huir de su país en los últimos años y 2,7 millones recibieron ayuda humanitaria entre enero y agosto de 2021.
Amnistía-InternacionaI-Carta-al-Presidente-de-la-Nación-por-la-situación-de-los-derechos-humanos-en-Venezuela.pdf
www.clarin.com
Por su parte desde Human Rigths Watch , la directora temporaria para las Américas, Tamara Taraciuk, criticó las expresiones de Alberto Fernández, en cuanto, los datos revelan que " los problemas no se han ido disipando" ya que siguen existiendo en Venezuela, enormes retrocesos en materia de derechos humanos, documentos internacionales independientes que confirman la violación de derechos humanos y una investigación en curso por parte de la Corte penal Internacional contra el régimen de Maduro.
Por supuesto que no faltaron las críticas de la oposición venezolana en la figura de Juan Guaidó recordandole al Presidente argentino que cosas faltan realmente en Venezuela para la vigencia plena del estado de derecho
20220420_004756.jpg
La crítica de Guaidó a Alberto Fernández
https://twitter.com/
Más allá de su intencionalidad, Alberto Fernández equivocó el momento y el lugar para abrirle las puertas a Venezuela sin exigirle previamente mayor adecuación al respeto por los derechos humanos.