18 de febrero de 2025 - 10:02 Por Damian Szvalb El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un vuelco en la estrategia de Washington respecto a la guerra en Ucrania. En una llamada telefónica de 90 minutos con Vladimir Putin, ambos acordaron iniciar "negociaciones inmediatas" para poner fin al conflicto. La noticia ha sido recibida con escepticismo en Europa y, sobre todo, con preocupación en Kiev, ya que el rol de Ucrania en estas conversaciones parece ser el de un actor secundario, obligado a aceptar las condiciones impuestas por Washington y Moscú.
Trump ha manifestado su intención de reunirse personalmente con Putin en Arabia Saudita en un futuro cercano y ha dejado en claro que quiere poner fin a lo que él llama una "guerra sin sentido". Sin embargo, sus declaraciones han encendido las alarmas en el gobierno de Volodimir Zelenski, ya que el mandatario estadounidense no ha garantizado que Kiev tenga un papel igualitario en las negociaciones. "Creo que el presidente Putin quiere la paz y el presidente Zelenski quiere la paz, y yo quiero la paz", afirmó Trump en la Casa Blanca, una frase que parece sugerir una solución impuesta por potencias extranjeras en detrimento de los intereses de Ucrania.
Europa teme quedar relegada
Los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia y España se apresuraron a declarar que "ninguna decisión sobre Ucrania podrá tomarse sin Kiev" y sin la participación de Europa. En Bruselas, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, señaló que la incorporación de Ucrania a la OTAN "no es realista" y que las fronteras previas a 2014 son un "objetivo inalcanzable". Estas declaraciones han sido vistas como una concesión prematura a Putin, quien podría haber logrado una victoria diplomática sin hacer concesiones significativas.
"Cualquier acuerdo negociado a espaldas de Ucrania fracasará", advirtió Kaja Kallas, jefa de la diplomacia de la UE. "Europa y Kiev deben estar en la mesa, de lo contrario, la guerra no se detendrá". El ministro de Defensa de Bélgica, Theo Francken, calificó el posible acuerdo como "una victoria absoluta" para Putin y "malas noticias para Occidente".
Europa también se muestra preocupada por el debilitamiento del apoyo militar estadounidense a Kiev. Trump ha insistido en que Europa debe asumir una mayor responsabilidad en la defensa del continente y ha amenazado con reducir la ayuda a Ucrania si los aliados europeos no aumentan su presupuesto militar.
Las preocupaciones de Ucrania
Para el gobierno de Zelenski, el temor es claro: que las negociaciones conduzcan a una paz que solidifique las ganancias territoriales de Rusia y limite drásticamente las aspiraciones occidentales de Kiev. La posibilidad de que Ucrania tenga que aceptar la pérdida de Crimea y el Donbás está sobre la mesa, junto con la exigencia de que ceda el acceso a sus recursos naturales, incluyendo minerales de tierras raras, a Estados Unidos como parte de un acuerdo económico.
El presidente ucraniano trató de mostrarse optimista tras su conversación con Trump, señalando que "nadie quiere la paz más que Ucrania". Sin embargo, en privado, según fuentes cercanas a su gabinete, Zelenski teme que su país sea forzado a aceptar términos que no podrá revertir en el futuro.
Putin marca el ritmo
El Kremlin ha dejado claro que no aceptará condiciones que no favorezcan sus intereses. "El presidente Putin mencionó la necesidad de abordar las causas fundamentales del conflicto y acordó con Trump que se puede encontrar una solución a largo plazo a través de conversaciones de paz", dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
Sin embargo, la propuesta de paz de Putin, presentada en junio de 2024, se asemeja más a un ultimátum: Rusia conservaría todo el territorio conquistado y Ucrania quedaría fuera de la OTAN de manera indefinida. Este plan ha sido rechazado en varias ocasiones por Zelenski, pero con el cambio de administración en Washington, las presiones sobre Kiev aumentan.
¿Qué sigue para Ucrania?
La Conferencia de Seguridad de Múnich, que se celebrará esta semana, será el primer gran foro donde se discutirá la propuesta de paz de Estados Unidos. En el evento estarán presentes el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y Zelenski, quien intentará obtener garantías de que Ucrania no será sacrificada en el altar de la diplomacia.
Las posibilidades de Ucrania son limitadas:
- Aceptar una "paz negociada" en la que perderá territorios y quedará fuera de la OTAN.
- Rechazar el acuerdo y arriesgarse a perder el respaldo de EE.UU.
- Apostar por un acuerdo con Europa para fortalecer su seguridad sin depender de Washington.
A medida que avanzan las negociaciones, una cosa es clara: el destino de Ucrania está siendo decidido por otros, y el margen de acción de Kiev se reduce día a día.