7 de mayo de 2025 - 17:52 Por Sarai Avila En un giro significativo, los presidentes Donald Trump y Volodímir Zelenski se reunieron en el Vaticano, el 26 de abril, durante el funeral del papa Francisco. El primero de mayo, ambos lideres firmaron un acuerdo quemarca un avance importante en las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania en medio de las tensiones con Rusia y la presión por una tregua más amplia. El acuerdo otorga a las empresas estadounidenses acceso preferencial a la extracción de minerales estratégicos ucranianos, como parte de un plan para financiar la reconstrucción de Ucrania, devastada por la guerra.
El nuevo tratado y su implicancia geopolítica
El acuerdo, alcanzado después de meses de negociaciones, otorga a Estados Unidos acceso preferencial a sectores clave de los recursos naturales de Ucrania, especialmente minerales raros esenciales para la tecnología de defensa y la industria. A cambio, Washington se compromete a financiar parte de la reconstrucción de Ucrania. Sin embargo, el acuerdo ha sido recibido con críticas tanto en Ucrania como a nivel internacional debido a una cláusula controvertida: en caso de incompatibilidad entre la legislación nacional ucraniana y el acuerdo, este último prevalecerá. Esta disposición ha generado preocupaciones sobre la autonomía de Ucrania, interpretándose como una forma de condicionalidad impuesta por EE. UU.
El pacto también ha dejado claro que la administración Trump no tiene intención de comprometerse directamente a la defensa militar de Ucrania. Trump ha insistido en que la responsabilidad de defender a Ucrania debe recaer sobre los países europeos, con la promesa de que la presencia económica de EE. UU. actuará como un disuasivo frente a futuras agresiones rusas. No obstante, el acuerdo no incluye garantías de seguridad explícitas para Ucrania, lo que ha generado incertidumbre sobre el futuro del país en el conflicto.
Rusia intensifica los ataques mientras Ucrania se enfrenta a la presión internacional
Mientras el acuerdo entre Trump y Zelenski se formalizaba, la situación sobre el terreno continuaba siendo devastadora. El 3 de mayo, una nueva oleada de ataques rusos con drones en la ciudad de Járkov dejó al menos 46 civiles heridos. Zelenski denunció que los ataques fueron dirigidos deliberadamente a zonas residenciales sin presencia militar, exigiendo un mayor apoyo en defensa aérea por parte de sus aliados. "Se necesitan decisiones firmes y contundentes de nuestros socios: Estados Unidos, Europa, todos los que buscan la paz. Solo la fuerza y las sanciones obligarán a Rusia a detenerse", declaró el presidente ucraniano en redes sociales.
El 5 de mayo, la situación escaló aún más con nuevos bombardeos en Járkov, que causaron más daños y víctimas. La ciudad sigue siendo un blanco recurrente de los ataques rusos, mientras otras regiones como Zaporiyia también sufren la presión de los bombardeos constantes. Las fuerzas armadas ucranianas informaron que interceptaron decenas de drones y misiles, pero la devastación sigue siendo profunda.
Un acuerdo que reconfigura el panorama geopolítico
El acuerdo firmado entre Trump y Zelenski también refleja una de las prioridades de la Casa Blanca: reducir la dependencia de China en sectores estratégicos como los minerales raros. Ucrania, con sus vastos recursos de tierras raras, se convierte en un punto clave en la lucha por el dominio económico global. Además, el pacto establece una cláusula que excluye a China de la fase de reconstrucción de Ucrania, subrayando la competencia geopolítica entre Estados Unidos y el gigante asiático.
A pesar de los avances económicos, el acuerdo también refleja las tensiones internas en Ucrania. Zelenski destacó que, a diferencia de propuestas anteriores que implicaban una cesión directa de soberanía, este acuerdo permitirá a Ucrania "controlar sus recursos". Sin embargo, los detractores del acuerdo señalan que la subyugación parcial de la legislación ucraniana podría significar un paso atrás en la soberanía del país.
El frente militar también se agitó porque Pyongyang confirmó por primera vez que tropas norcoreanas están combatiendo junto al ejército ruso en la región de Kursk. Según cifras de inteligencia surcoreana y ucraniana, habrían enviado hasta 14.000 soldados, con miles de bajas. “Quienes lucharon por la justicia son todos héroes”, dijo Kim Jong-un. Esto marca un hito peligroso en la internacionalización del conflicto, con implicancias geopolíticas que exceden el ámbito europeo.
La tregua aún lejana
El acuerdo también pone de manifiesto las dificultades para alcanzar una tregua duradera. Trump ha reiterado que la defensa de Ucrania debe ser responsabilidad de los países europeos y ha presionado a Zelenski para que flexibilice sus demandas, especialmente en lo que respecta a Crimea y los territorios ocupados por Rusia. A pesar de los gestos diplomáticos, la situación sobre el terreno sigue siendo volátil y la posibilidad de un alto el fuego completo parece lejana.
El presidente ucraniano ha dejado claro que cualquier acuerdo de paz debe garantizar la restitución de los territorios ocupados y un castigo a Rusia por su agresión. Sin embargo, el acuerdo con EE. UU. parece no ofrecer avances claros en estos puntos fundamentales, dejando el camino hacia la paz lleno de incertidumbre.
Conclusiones: una paz económica, pero no militar
El acuerdo firmado entre Trump y Zelenski marca un avance en términos económicos, posicionando a EE. UU. como actor dominante en la reconstrucción de Ucrania. No obstante, las dudas sobre la seguridad de Ucrania y la falta de garantías claras por parte de Washington dejan la paz militar fuera del alcance inmediato. A medida que la guerra continúa, las tensiones internas en Ucrania y las presiones internacionales para una tregua siguen en aumento.
Mientras tanto, Rusia continúa intensificando sus ataques, con nuevos bombardeos que afectan a ciudades clave como Járkov, aumentando la preocupación sobre la viabilidad de cualquier tipo de alto el fuego mientras la violencia persiste. El futuro de Ucrania sigue siendo incierto, y la presión sobre los líderes internacionales para lograr una paz definitiva se intensifica día a día.
