14 de diciembre de 2024 - 10:01 Por Sarai Avila La posible prohibición de TikTok en Estados Unidos ha escalado en los últimos meses hasta convertirse en un asunto de relevancia nacional e internacional. Lo que comenzó en marzo de 2023 con la presentación de la Ley RESTRICT—destinada a limitar aplicaciones extranjeras consideradas una amenaza—ha culminado en una serie de decisiones políticas y judiciales que podrían transformar la relación del país con las plataformas digitales. Desde su propuesta inicial, la Ley RESTRICT buscaba habilitar al presidente Joe Biden para prohibir TikTok o forzar su venta a una empresa estadounidense. Las preocupaciones del Congreso giraban en torno a la posible manipulación de datos de usuarios por parte del gobierno chino, dado que ByteDance, matriz de TikTok, opera desde China y está sujeta a las leyes de ese país.
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A Estados Unidos le preocupa la posible manipulación de datos de usuarios por parte del gobierno chino
En marzo de 2024, la Cámara de Representantes avanzó en esta dirección al aprobar un proyecto que obligaría a ByteDance a vender TikTok. Sin embargo, la propuesta encontró resistencia en el Senado, donde el líder demócrata Chuck Schumer optó por no acelerar el proceso, argumentando la necesidad de más audiencias públicas.
Un fallo que redefine el panorama tecnológico en EEUU
El reciente fallo del Tribunal de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia confirmó la constitucionalidad de la ley, acercando la prohibición de TikTok. El tribunal argumentó que la normativa no busca restringir el contenido, sino proteger a Estados Unidos de la manipulación extranjera. “Entendida así, la justificación del Gobierno es coherente con la Primera Enmienda. La prohibición no suprime voces, sino que garantiza que no sean controladas por actores adversarios”, escribió el juez Douglas Ginsburg en la decisión.
ByteDance ha anunciado que apelará ante la Corte Suprema, alegando que las acusaciones sobre espionaje y manipulación de contenido no han sido respaldadas con evidencia concreta. Michael Hughes, portavoz de TikTok, aseguró: “Esta ley se basa en suposiciones hipotéticas, no en hechos comprobados. Si se permite su implementación, más de 170 millones de estadounidenses perderán una plataforma clave de expresión”.
Posibles desenlaces y el papel de Trump
El destino de TikTok en Estados Unidos depende ahora de varias variables:
- Extensión del plazo: Biden podría conceder una prórroga de 90 días para la implementación de la prohibición, lo que trasladaría la decisión final al presidente electo Donald Trump.
- Intervención de la Corte Suprema: Aunque no es seguro que la Corte acepte el caso, una decisión favorable a TikTok podría revocar la ley y garantizar la continuidad de la plataforma.
- Venta o disolución de ByteDance: Si ByteDance accede a vender sus operaciones estadounidenses, la prohibición podría evitarse. Sin embargo, esto enfrenta obstáculos legales y tecnológicos, incluyendo la negativa de China a permitir la transferencia del algoritmo que impulsa TikTok.
La postura de Trump, quien asumirá la presidencia el 20 de enero, también es incierta. Durante su campaña electoral, el exmandatario expresó su rechazo a la prohibición, calificándola como un “regalo para Meta y otros competidores”. Sin embargo, sus declaraciones han sido ambiguas, y no está claro si revertirá la ley o buscará alternativas.
Desde Beijing, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, acusó a Estados Unidos de utilizar la seguridad nacional como pretexto para prácticas proteccionistas. “Esto no solo dañará la confianza entre ambos países, sino que enviará un mensaje desalentador a los inversores internacionales”, afirmó. La prohibición de TikTok también se enmarca en un escenario más amplio de tensiones entre Washington y Beijing, exacerbadas por restricciones comerciales en sectores clave como la tecnología de semiconductores.
Un futuro incierto
Con la fecha límite acercándose, varias preguntas permanecen sin respuesta. Aunque la administración Biden podría extender el plazo de implementación, la postura final recaerá en Donald Trump, quien asumirá la presidencia un día después de la entrada en vigor de la prohibición. La Corte Suprema tiene aún la oportunidad de intervenir, y los próximos fallos definirán no solo el destino de TikTok en Estados Unidos, sino también el alcance del gobierno para regular plataformas digitales bajo el argumento de seguridad nacional.
Mientras tanto, creadores de contenido, empresas y usuarios comunes esperan con incertidumbre el desenlace de esta saga, que promete ser un punto de inflexión en la relación entre tecnología, política y derechos individuales.