30 de enero de 2025 - 13:30 Por Sarai Avila El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puso en marcha su estrategia para lidiar con la guerra en Ucrania, un conflicto que marca la geopolítica global desde la invasión rusa en 2022. Tras asumir nuevamente la presidencia de la Casa Blanca, el nuevo Jefe de Estado lanzó una serie de advertencias y propuestas de negociación que han sido recibidas con escepticismo en Moscú y Kiev.
Desde el Despacho Oval, el mandatario republicano dejó en claro que busca resolver la guerra de manera rápida. "Si no llegamos a un acuerdo pronto, no tendré otra opción que imponer altos niveles de impuestos, aranceles y sanciones sobre todo lo que Rusia venda a Estados Unidos y varios otros países", escribió en Truth Social. Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, respondió con frialdad, asegurando que Rusia está lista para un diálogo basado en el respeto mutuo, pero que no ha recibido señales concretas de Washington.
Una estrategia de presión económica
El Kremlin ya enfrenta una serie de sanciones impuestas por Occidente desde el inicio de la guerra, lo que ha llevado a Rusia a desarrollar mecanismos para eludirlas. Trump, sin embargo, ha insinuado que está dispuesto a aumentar la presión sobre Moscú a niveles sin precedentes. "Rusia debe pagar el daño que está causando", expresó la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, al anunciar la renovación de sanciones de la Unión Europea.
Pero Trump no solo amenaza con medidas económicas, también ha insinuado un posible replanteo del apoyo militar estadounidense a Ucrania. Aunque Zelensky ha intentado mantener el respaldo de Washington, Trump ha señalado que el presidente ucraniano es "el mayor comerciante de la Tierra" por su capacidad de asegurar ayuda internacional.
Negociaciones y el rol de Putin
Desde Moscú, Putin ha manifestado estar dispuesto a dialogar con Trump sobre Ucrania, pero insiste en mantener el control de las cuatro regiones ucranianas anexadas en 2022. "Si Trump hubiera sido presidente en 2020, la crisis en Ucrania no habría ocurrido", dijo el mandatario ruso en una entrevista. A su vez, el embajador ruso ante la ONU, Dmitri Polyanskiy, advirtió que cualquier negociación debe abordar las "causas profundas de la crisis" y no simplemente detener la guerra.
En este contexto, Trump y Putin han expresado interés en reunirse, aunque aún no hay una fecha definida. Mientras Putin elogia la "inteligencia y pragmatismo" de Trump, el presidente estadounidense insiste en que "Putin quiere verme" y que "cada día sin reunión cuesta vidas en el campo de batalla".
Las preocupaciones de Ucrania y Europa
Para el gobierno de Zelensky, cualquier negociación entre Washington y Moscú debe incluir a Kiev. "Es imposible excluir a Ucrania de cualquier plataforma de negociación", declaró el presidente ucraniano, quien también sugirió que un posible acuerdo de paz requeriría la presencia de al menos 200.000 soldados internacionales en su territorio.
En Europa, la vuelta de Trump a la Casa Blanca ha generado preocupación. Mientras Trump considera reducir el apoyo a la OTAN si los aliados europeos no aumentan su gasto en defensa, países como Polonia y los bálticos han advertido sobre los riesgos de una paz negociada sin su participación. "Trump quiere resolver la guerra sin contar con Europa", expresó un funcionario europeo en Davos.
¿Un acuerdo viable?
Trump ha insinuado algunas condiciones para una tregua, incluyendo que Ucrania renuncie a su aspiración de ingresar a la OTAN y que Rusia reciba un alivio gradual de sanciones. Sin embargo, estas propuestas han generado controversia, especialmente en Kiev, donde Zelensky ha advertido que "Putin trata de manipular el deseo de Trump de lograr la paz".
En las próximas semanas, se espera que Trump y Putin sostengan una conversación clave para definir el futuro de la guerra. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue atenta a los movimientos de un presidente estadounidense que ha prometido solucionar el conflicto "en 24 horas", pero que enfrenta un complejo escenario geopolítico que pondrá a prueba su capacidad de negociación.