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"Narco de los Narcos"

De México a Estados Unidos: una extradición histórica

Se trata de Caro Quintero, responsable del brutal asesinato del agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena en 1985. Para Estados Unidos era una herida abierta.

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28 de febrero de 2025 - 15:11 Por Redacción El Archivo

La extradición de Rafael Caro Quintero a Estados Unidos marca un capítulo clave en la historia del narcotráfico mexicano y en las complejas relaciones bilaterales entre México y su vecino del norte. El jueves 27 de febrero, el llamado "Narco de narcos", de 72 años, aterrizó en Nueva York como parte de una operación sin precedentes que incluyó la extradición simultánea de otros 28 criminales de alto perfil. Con traje beige de presidiario y fuertemente custodiado, Caro Quintero bajó de un avión de la Armada mexicana para enfrentar finalmente a la justicia estadounidense, cerrando así un círculo de persecución que se extendió por cuatro décadas.

El destino de Caro Quintero quedó marcado irreversiblemente en 1985 con el brutal asesinato del agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena. Aquella afrenta, que incluyó torturas y un entierro en vida, se convirtió en una vendetta personal para la agencia antidrogas estadounidense, que nunca olvidó ni perdonó. Las circunstancias de la captura de Camarena estuvieron vinculadas al descubrimiento del rancho "El Búfalo" en Chihuahua, una plantación colosal de marihuana que revolucionó el narcotráfico en México y que fue desmantelada gracias a información proporcionada por el mismo agente infiltrado. Esta conexión directa transformó a Caro Quintero en el objetivo prioritario de la DEA durante décadas.

La historia criminal de Caro Quintero

La trayectoria criminal de Caro Quintero refleja las transformaciones del narcotráfico mexicano. Nacido en Badiraguato, Sinaloa, cuna de numerosos capos como Joaquín "El Chapo" Guzmán, ascendió meteóricamente en el mundo criminal siendo apenas un joven semianalfabeto. A los 33 años ya dirigía, junto a Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, el todopoderoso Cártel de Guadalajara, la primera gran organización criminal transnacional mexicana que sentó las bases para la estructura moderna del narcotráfico en el país. Su primera captura en Costa Rica en 1985, su controvertida liberación en 2013 por un tecnicismo legal cuando aún le faltaban 12 años de condena, y su recaptura en 2022 en las montañas de Sinaloa, ilustran los altibajos de la lucha contra el crimen organizado en México.

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La de Caro Quintero era la extradición mas buscada por Estados Unidos.

La de Caro Quintero era la extradición mas buscada por Estados Unidos.

El contexto político actual fue determinante para esta extradición. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca por segunda vez ha intensificado la presión sobre México en múltiples frentes. El republicano ha amenazado con imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos a partir del 4 de marzo si no se toman medidas contundentes contra la migración irregular y el tráfico de drogas, particularmente de fentanilo. Con esta sustancia provocando más de 70000 muertes anuales en Estados Unidos, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Trump elevó la presión a niveles sin precedentes, llegando incluso a designar a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, una medida que abre la puerta a posibles intervenciones unilaterales.

Las presiones que vienen desde Washington

La extradición masiva de 29 narcotraficantes, encabezada simbólicamente por Caro Quintero, representa la respuesta más contundente del gobierno de Claudia Sheinbaum ante las presiones de Washington. Entre los extraditados destacan también los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, conocidos como "Z-40" y "Z-42", exlíderes del sanguinario cártel de Los Zetas, y José Ángel Canobbio, alias "El Güerito", identificado como uno de los principales distribuidores de fentanilo del Cártel de Sinaloa. Esta acción sin precedentes en la historia reciente de México ocurre paralelamente a negociaciones de alto nivel en Washington entre funcionarios de ambos países, en un intento desesperado por detener la implementación de los aranceles.

Las implicaciones de estas extradiciones trascienden el ámbito judicial y tienen uno profundo impacto diplomátic y económico. México y Estados Unidos comparten una frontera de más de 3000 kilómetros y un comercio bilateral que superó los 779,000 millones de dólares en 2023, según datos del Departamento de Comercio estadounidense. La imposición de aranceles amenaza con desestabilizar gravemente la economía mexicana, que destina aproximadamente el 80% de sus exportaciones al mercado estadounidense. Los analistas estiman que por cada punto porcentual de arancel, México podría perder hasta 10,000 millones de dólares anuales en exportaciones y unos 160,000 empleos.

Las asimetrías entre México y Estados Unidos

La relación entre ambas naciones refleja la asimetría de poder en una relación históricamente compleja. Desde la Operación Cóndor en los años 70, pasando por la Iniciativa Mérida lanzada en 2008, hasta el actual Entendimiento Bicentenario, Estados Unidos ejerce una influencia determinante en las políticas antinarcóticos de México. Sin embargo, los resultados de estas intervenciones han sido cuestionables. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México registró más de 450,000 homicidios desde 2006, cuando se intensificó la llamada "guerra contra el narcotráfico", y el flujo de drogas hacia Estados Unidos no ha disminuido significativamente.

La entrega de Caro Quintero plantea serios interrogantes sobre la seguridad en México. Las extradiciones de capos importantes suelen desencadenar olas de violencia y reacomodos en las estructuras criminales. Las autoridades del condado de Webb, Texas, advirtieron sobre posibles represalias violentas en la frontera, particularmente en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Históricamente, la caída de grandes líderes ha fragmentado las organizaciones criminales, multiplicando los grupos delictivos y, paradójicamente, intensificando la violencia. El vacío dejado por la extradición del "Narco de narcos" y otros líderes podría desatar nuevas disputas territoriales entre facciones rivales.

Más allá del simbolismo de capturar y extraditar a Caro Quintero, esta acción evidencia las contradicciones del enfoque predominantemente punitivo en la lucha contra el narcotráfico. Las políticas centradas en la captura de "peces gordos" han demostrado limitaciones significativas para desmantelar las estructuras criminales que se adaptan rápidamente. Según estudios, esta estrategia provocó una atomización de los cárteles, que pasaron de ser cuatro grandes organizaciones en los años 90 a más de 200 células criminales en la actualidad, complicando enormemente el panorama de seguridad.

La extradición de Caro Quintero representa, en última instancia, una victoria simbólica para la DEA y el sistema judicial estadounidense, pero también subraya la continua dependencia de México de las presiones externas para impulsar cambios significativos en su política de seguridad. El caso del "Narco de narcos" cierra un ciclo histórico iniciado en los años 80, pero las estructuras criminales que ayudó a crear continúan evolucionando y representando una amenaza transnacional.

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