15 de octubre de 2024 - 09:27 El lunes 14 de octubre China llevó a cabo ejercicios militares a gran escala alrededor de Taiwán, en lo que se considera una "severa advertencia" a los movimientos independentistas en la isla. Las maniobras, denominadas “Joint Sword-2024B”, incluyeron simulaciones de bloqueo marítimo, ataques sobre objetivos terrestres y navales, y la movilización de unidades del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y cohetes. Pekín justifica estas acciones como una operación necesaria para salvaguardar la unidad nacional y enviar un mensaje a Taiwán, a quien considera una provincia rebelde.
El despliegue militar se produjo pocos días después del Día Nacional de Taiwán, donde el presidente William Lai reiteró la postura soberanista de la isla, prometiendo "resistir la anexión o la invasión". Estas declaraciones fueron vistas por Pekín como una provocación. Los ejercicios, que también simularon un bloqueo de puertos y zonas clave, abarcaron áreas estratégicas al norte, sur y este de la isla. Un total de 125 aeronaves militares y 17 buques de guerra participaron en las maniobras, marcando un récord de actividad militar desde que se registran estas prácticas.
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Crece el acoso de China sobre Taiwan
Graves antecedentes
Desde 2022, la frecuencia de los ejercicios militares de China alrededor de Taiwán ha aumentado. En mayo, maniobras similares, denominadas “Joint Sword-2024A”, respondieron a la investidura de Lai. Anteriormente, ejercicios de gran envergadura ocurrieron tras la visita de Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., a la isla, lo que desató una fuerte reacción por parte de Pekín. El portavoz del Comando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación, Li Xi, explicó que las operaciones tenían el objetivo de "poner a prueba la preparación para el combate marítimo y aéreo", así como "demostrar la capacidad de asaltar objetivos y bloquear áreas críticas". Las maniobras no incluyeron fuego real, a diferencia de ejercicios anteriores, aunque sí participaron portaaviones, buques destructores y cazas de combate.
Por su parte, Taiwán denunció las acciones de China como "provocadoras e irracionales". El Ministerio de Defensa afirmó que el Ejército isleño se mantiene en máxima alerta para defender la soberanía y democracia del país. El presidente Lai convocó a una reunión de emergencia con las principales autoridades para evaluar la situación y garantizar la seguridad nacional.
Estados Unidos también expresó su preocupación, instando a China a actuar con moderación y evitar acciones que puedan escalar el conflicto. Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, calificó los ejercicios de "injustificados" y advirtió sobre el riesgo de que estas demostraciones de fuerza se vuelvan una rutina que cruce las "líneas rojas" tanto de Washington como de Taipéi.
Las tensiones regionales se extienden a Filipinas
La escalada militar en el estrecho de Taiwán no es un hecho aislado en la región. En los días previos, la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) trató la disputa en el Mar de China Meridional entre China y Filipinas. El conflicto se intensificó en meses recientes, con acusaciones de colisiones intencionales y el uso de cañones de agua por parte de la guardia costera china. Los incidentes han ocurrido en áreas reclamadas tanto por Filipinas como por China, poniendo en riesgo la estabilidad en una vía marítima estratégica.
Filipinas ha criticado el accionar de China y ha pedido acelerar las negociaciones para un código de conducta en el Mar de China Meridional, mientras Beijing culpa a "fuerzas externas" por avivar las tensiones. El tema sigue siendo un punto clave en la relación entre ambos países y preocupa a la comunidad internacional por el potencial de involucrar a potencias externas, como Estados Unidos, que tiene un tratado de defensa con Filipinas.ç
China profundiza sus amenazas en la region
El aumento de las tensiones en el estrecho de Taiwán y el Mar de China Meridional refleja un entorno geopolítico volátil, donde las demostraciones de poder militar se han convertido en la norma. Aunque las autoridades chinas aseguran que buscan la reunificación pacífica con Taiwán, no descartan el uso de la fuerza. Las acciones de Pekín parecen encaminadas a enviar un mensaje tanto a Taiwán como a sus aliados internacionales sobre la seriedad con la que China se toma la cuestión de la "reunificación".