7 de abril de 2025 - 16:09 Por Uriel Salamon La información oficial dado cuenta que el convenio que contemplaba la construcción de telescopios ópticos para estudiar objetos cercanos a la Tierra en Chile, fue puesto en revisión porque había sido celebrado sin el consentimiento ni la validación del Ministerio del Exterior de Chile . N o obstante hay sospechas de que hubo presión de EEUU porque el parque astronómico poseía una infraestructura capaz de seguir satélites en órbita, lo que podría tener implicancias militares.
El proyecto Parque Ventarrones de China
Si bien la información toma mayor relevancia ahora porque el proyecto ha sido puesto en suspenso, la realidad es que las primeras iniciativas del mismo datan de 2019. Esto habla a las claras de que la presencia de China en América Latina, en áreas sensibles de comunicación y seguridad, lleva largo tiempo y sobre todo es capaz de trascender los gobiernos, más allá del signo político, ya que estamos hablando de un proyecto iniciado durante el gobierno de Sebastián Piñera.
Lo que presentaba como un desarrollo del Centro de Astronomía de América del Sur de la Academia China de Ciencias (CASSACA, por sus siglas en inglés), apuntaba a dos proyectos: un observatorio astronómico en Cerro Ventarrones, en la Región de Antofagasta, co-desarrollado con la Universidad Católica del Norte, y un Parque de Astrociencia con tecnología de punta en la zona central del país. El acuerdo que dio pie al proyecto había sido firmado en 2016 durante la visita a Chile del presidente chino, Xi Jinping, es decir durante la segunda presidencia de Michele Bachelet, lo cual refuerza la trascendencia de lo negocios chinos al signo político, y contemplaba un financiamiento inicial de 20 millones de dólares.
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la presencia de China en Chile
La constante duda sobre la tecnología dual de China
Si bien el mismo se presentaba como la construcción de telescopios ópticos para estudiar objetos cercanos a la Tierra en Chile, una reciente publicación de la revista Newsweek analizaba que el proyectado observatorio podría también usarse para operaciones militares de Beijing, en medio de una rivalidad geopolítica creciente entre Estados Unidos y China en América Latina. Esto generó dudas y preocupación de EEUU, ya que podría estar ante una situación similar a la que existe con la estación de observación lunar que está construida en Neuquén, Argentina. La empresa encargada es una filial de la Corporación Estatal China de Ingeniería y Construcción (CSCEC), que ha sido vinculada al Ejército Popular de Liberación (EPL). Generó preocupación además que el Proyecto de Vigilancia de Objetos Transitorios (TOM), a desarrollar allí, prevé la construcción de un sistema de telescopios ópticos, un edificio fotovoltaica y un sistema científico y de procesamiento de datos. De hecho, las cláusulas que China impuso en Argentina con la estación Espacio Lejano en la provincia de Neuquén, en la Patagonia, son bastantes similares en cuando a la casi exclusividad del uso por parte China.
Sobre estas cuestiones EL ARCHIVO escribió numerosas notas, pero sobre todo haciendo hincapié, en algo que parece repetirse, la tecnología dual, es la muestra más clara del interés de China en el desarrollo de estrategias tendientes a camuflar detrás de la investigación científica la posibilidad de "monitorear" el flujo de comunicaciones en el continente, una base ubicada en el sur de Argentina y esta en el norte de Chile, con orientación al Pacífico Sur. La tan mentada tecnología dual, que permite que una herramienta pensada para un uso pueda ser utilizada con otros fines, aunque estos no sean del todo claros ni legales.
No sería algo tan extraño para China, al comentado caso de Neuquén, que llegó al debate y una dura interpelación al entonces Secretario de Estado, Antony Blinken, en el Capitolio, se sumó a lo que el mundo se vio sorprendido por la aparición en espacio aéreo de EEUU de un objeto primero no identificado y luego reivindicado por China como de su propiedad y de ser parte de un experimento científico. No obstante, el gobierno de Biden desconfió de estas explicaciones y mandó a derribar el globo en cuestión. Si bien China invocó la excusa que se trataba de un aparato de medición meteorológica que solo se desvió de su curso en normal, en EEUU sospechan ya que los primeros peritajes sobre el objeto derribado apuntan a que el equipo a bordo era "incoherente" con lo que habría en uno meteorológico, ya que disponía de "múltiples antenas para incluir un conjunto capaz de recoger y geolocalizar comunicaciones. Casos similares se detectaron en Costa Rica, Venezuela y Colombia.
El monitoreo mundial
No obstante no es algo aislado, más allá de Chile Y Argentina, China ha desarrollado infraestructura espacial en todo el mundo, incluyendo en Kiribati, una isla en el medio del Océano Pacífico, Namibia, Pakistán y Venezuela y hasta en Bolivia, su estación Amachuma opera las 24 horas, monitoreando satélites a miles de kilómetros de China. Según la revista estadounidense Wired. También emplea naves móviles para rastrear lanzamientos de satélites y misiles balísticos intercontinentales en diferentes partes del mundo.